Epílogo

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La enojada mirada del platinado lo hizo detenerse, ¿Él realmente estaba tan enojado que ni siquiera quería verlo? Aunque el otro había dado un paso hacia tras, él solo se detuvo, acercándose de nuevo, y notando como dos frías lágrimas caían por la mejilla del otro, su corazón se hizo pedazos gracias a eso.

Aún así, despertó de golpe, con el corazón acelerado, y notando a su acompañante dormir plácidamente junto a él.

¿Qué demonios estaba pasando?

Mu Qing se removió ligeramente, pero no despertó, su platinado cabello caía grácil mente sobre su rostro, dándole un aspecto etéreo y cuidado, Feng Xin volvió a respirar mientras su corazón se calmaba, llevaba días soñando aquello, y por lo que le dijo Xie Lian cuando le contó, es que su sueño reflejaba o su mayor deseo, o su mayor temor, y si de algo estaba seguro el pelinegro, es que no quería que el platinado se alejara.

Volvió a recostarse abrazando la cintura de este, y sonriendo al verlo intentar soltarse con todo y que estaba dormido, Feng Xin probablemente ya no podría volver a dormir, pero al menos disfrutaría de ver al platinado hacerlo.

"¿Estás consciente que si sigues despertando a estas horas, y despertándome en el proceso, vas a dormir en el patio, verdad?" -La ronca voz del platinado por ser despertado, apareció, pero este ni siquiera intentó abrir los ojos, en cambio, y Feng Xin supuso que por el cansancio, Mu Qing recargó delicadamente su cabeza en el pecho del mayor-. "¿Qué mierda tienes? No puedes seguir despertando tan temprano"

"Lo siento, no quería despertarte, volvamos a dormir"

"Mañana evitarás el tema de nuevo, y así será hasta que decida patearte de regreso a tu palacio por no decirme"

"En realidad, sol, estamos en mi palacio"

"¿Estás echándome?"

"No importa el momento siempre malinterpretas todo, ¿Qué demonios te pasa?"

"¿A mi? -Un Mu Qing más despierto elevó el rostro ligeramente para verle con los ojos entrecerrados-. "Yo no soy el que despierta alterado desde hace unos días"

"¿Cuánto llevamos juntos?"

"¿El que estemos juntos es lo que no te deja dormir? ¿Soy yo el problema?" -Feng Xin suspiró intentando tener paciencia, y no soltó su cintura cuando el platinado quería soltarse-.

"¿Casi un año?"

"¿Por qué es importante ahora?"

"Fue en esta época que saltaste al pozo del destino" -El platinado suspiró, así que si era él el problema indirectamente-.

El mayor no lo miró, veía el techo pensando, y Mu Qing se acercó dejando un tibio beso en su mejilla durante unos segundos antes de separarse, sorprendiendo ligeramente al pelinegro.

"No me iré, y no solo porque ya no sabes como vivir sin mi, sino porque no quiero irme, ¿Lo entiendes, verdad, idiota?" -El pelinegro frunció ligeramente el ceño mientras asentía-. "Volvamos a dormir, mañana tenemos una misión"

Aunque Feng Xin lo sabía, no pudo evitar suspirar mientras abrazaba delicadamente la espalda del platinado, aunque su cabello olía a frutas y aquello lo relajaba, no pudo volver a conciliar el sueño, sin querer separarse del platinado, pasó delicadamente sus nudillos por la pálida piel del platinado, sintiendo como en algunos roces, se erizaba.

Al amanecer, lo primero que vio fue al menor girarse a mirarle con el ceño fruncido, y no pudo evitar reír por aquello, con todo y que el platinado intentaba lucir serio, la apariencia somnolienta lo hacía ver más lindo a ojos del pelinegro, incluso con los ojos ligeramente hinchados por esto.

TE ODIO (𝐅𝐞𝐧𝐠𝐪𝐢𝐧𝐠) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora