Veintitrés

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Zidian salió brillando en todo su esplendor, acompañado del gruñido de su portador y a los adolescentes con sus poderes espirituales sellados, mirando serios la escena.

"No se moleste líder Jiang, soy un rey demonio, ¿Sabe lo que significa? Que ni siquiera usted puede derrotarme, menos si Xin Mo está entre mis manos, tal vez si el general Xuan Zhen no estuviera en su forma más mortal, no hubiéramos llegado tan lejos"

"¿Hubiéramos?" -El que preguntó con los ojos entrecerrados fue el propio Mu Qing-.

Era algo que él había estado pensando durante días, por supuesto que no podía ser solo una persona.

"Por favor, selle sus poderes espirituales, no haga esto más difícil" -Jiang Cheng suspiró, miró de reojo a Mu Qing y aunque este negó, pudo ver como una larga gota de sangre caía por su garganta-.

Bajó el silencio tenso y la atenta mirada de los jóvenes que no sabían realmente que hacer ya que incluso ellos tenían sus poderes sellados, el ojivioleta gruñó obedeciendo, y Mu Qing solo bajó la mirada.

El platinado estaba listo para morir de ser así, lo único que lamentaría sería no despedirse correctamente de Feng Xin, pero así salvaría a Jiang Cheng y a los menores.

La adrenalina comenzaba a subir en él, tenía que considerar las opciones en segundos, podía notar como Jiang Cheng se debatía en obedecer o no, incluso los niños veían la escena quietos. Mu Qing sabía que lo que pensaba hacer a continuación era suicidio, pero al menos les daría tiempo a los otros de irse en cuanto el demonio que lo sostenía se distrajera.

Estaba por empujar al que cargaba la espada cuando este notó sus intenciones, Jiang Cheng pudo tomar esa distracción para irse con los menores, en cambio, suspiró obedeciendo y sellando sus poderes.

"No lo lastimes"

"No planeo hacerlo" -Después de que el platinado mirara mal a Jiang Cheng, fue, literalmente, lanzado al otro lado del lugar, aquel golpe ni siquiera lo hubiera sentido si estuviera en su forma inmortal, pero, añadiendo que su cultivo estaba dañado por el idiota de Feng Xin, como mortal parecía ser más delicado-. "No te muevas de ahí, o el siguiente serás tú"

La amenaza directa a Jiang Cheng lo hizo gruñir, el rubio que había lanzado al platinado podría ser un demonio puro, por el aroma podía incluso percibirse, pero, él seguía siendo un líder de secta importante, aunque Sandu pesaba el doble en estos momentos, tomó la empuñadura de esta gruñendo.

"Tío, no" -Jin Ling sostuvo su brazo sorprendiendo a Jiang Cheng por que el menor no hacía algo así desde que era niño-. "Por favor"

"Deberías de escucharlo" -Una segunda voz apareció, solo que esta era de una mujer-.

El lugar se volvió aún más frío de lo que se encontraba, los otros tres jóvenes se acercaron a los líderes de secta, algunos mirando el lugar buscando la voz, y otros, en específico Jiang Cheng y Lan Jingyi, mirando en dirección al platinado.

El alto demonio lo cargaba en su hombro en dirección hacia ellos. Mu Qing había recibido otro fuerte golpe por parte de este que le abrió ligeramente el labio, y la zona de su rostro comenzaba a ponerse roja.

"¿Quiénes son, y que mierda quieren?" -El demonio tiró a Mu Qing junto a él, un molesto sentimiento de impotencia se plantó en el estómago de Jiang Cheng mientras se acercaba a revisarle, para su sorpresa, no se había desmayado, incluso el salvaje platinado, aún escupió en dirección del demonio-.

"Mi nombre es Linguang-Jun, honestamente, ustedes no me importan, si mueren o no, tampoco"

"¿Y la fantasma que está contigo" -Jiang Cheng preguntó dándole una mordaz mirada al rubio, mientras acomodaba de mejor manera al dios marcial ahora mortal, para que lo que parecía ser su costilla rota, no le incomodara demasiado. Un gruñido salió de este captando la atención de él e incluso del demonio-.

TE ODIO (𝐅𝐞𝐧𝐠𝐪𝐢𝐧𝐠) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora