CAPITULO 9

247 20 0
                                        

-¿Qué voy a hacer?-Le pregunté a Mario.

Estábamos en la cafetería sentados en nuestro sofá de siempre. Mario me miraba pensativo mientras yo me comía un donut. 

-¿No te van a contar la profecía?-Preguntó el.

Le había contado todo lo sucedido a Mario. Estaba segura de que el me comprendería y me apoyaría.

-Si Alan esta en la sala no.-Dije.

-¿A quien habías pensado pedirle que te la explicara?-Dijo Mario mientras cogía un donut.

-A Sam.-Dije mientras tragaba el último cacho de mi donut.-Pero el le tiene mucho respeto a Alan. Así que voy a tener que pedírselo a otra persona.

Me fui chupando los dedos de ázucar mientras pensaba a quien preguntarle sobre la profecía.

-¿Qué tal a Melisa?-Preguntó Mario.

-Ni loca. Ella cree que la he traicionado por haberle mentido y haberme ido del recinto. No creo que me dirija la palabra.

-Pues no se a quien puedes preguntárselo.

-¡Ya se! ¡Se a quien preguntárselo!-Le dije a Mario.-¡Eres un genio!

Abracé a Mario y me levanté del sofá para buscar a la persona a la que iba a preguntárselo.

-Pero si no he hecho nada.-Me dijo Mario.

-Créeme, gracias a ti se me a ocurrido a que persona preguntar. 

Y salí corriendo de la cafetería.

****

Busqué la habitación de Alex por todo el recinto. Hasta que dí con una en la que en la puerta ponía “si piensas entrar espero que sea por algo importante”. ´Deduje que esa era la de Alex, ya que lo que ponía en la otra puerta, supongo que en la de Alan, era peor.

Dí tres golpes sordos en la puerta para que Alex me abriera.

-¿Quién es? Espero que sea algo importante.

-Soy Ela.

Silencio.

-Alex ábreme, necesito hablar contigo.

Pasos. Abrió la puerta y me hizo un gesto para que pasara.

-Al menos tu has llamado a la puerta. Alan nunca llama y entra sin mi permiso.-Dijo Alex sonriendo tiernamente.

-No se porque no me sorprende.-Le respondí.

Alan siempre hace lo que le da la gana. La opinión de los demás no le importa lo más mínimo. 

Me senté en el edredón azul marino de su cama y Alex se sentó a mi lado. Puede que pareciera muy intimo, pero Alex era el hermano de Alan. Y supuestamente Alan era mi pareja. 

-¿Quieres que te explique la profecía cierto?-Me preguntó.

-Sip. ¿Me la contarás?-Le pregunté. 

Esperaba que me dijera que si, era mi única esperanza para averiguar cual iba a ser mi futuro.

-Solo porque me caes bien.-Me dijo guiñándome un ojo.

Alex iba a empezar a hablar cuando le interrumpí.

-¿Te la sabes de memoria?-Dije patidifusa.

-Todos los originales nos la sabemos de memoria.- Dijo sonriéndome.

Ahora que me daba cuenta, Alex era muy guapo. Era como una replica de su hermano, pero más adorable. A Alex me daban ganas de abrazarlo con fuerza, y a Alan me daban ganas de aporrearlo con un mueble.

ANGEL=PROBLEMSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora