ANGEL=PROBLEMS

CAPITULO 11

¿Qué nada de esto había ocurrido? ¿Cómo podía siquiera decir eso? Me senté en el suelo con la espalda apoyada en el estudio de música y suspiré. Si que había ocurrido, estaba segura de que no podría olvidarlo en mi vida. ¿Qué sería esa alarma que había sonado en su móvil? Me moría de ganas de saberlo, así que, ¿Por qué no?

Me concentré en Alan. En como habían estado sus labios de hinchados después del beso que nos habíamos dado. ¿Siquiera se podía llamar beso? ¡Había sido mucho más que eso!

Alan estaba caminando por los pasillos hasta que llegó a la sala de informática donde todos le esperaban.

Melisa y Sam le miraron con una gran sonrisa en la boca, como si supieran lo que acabábamos de hacer. Alex en cambio, le miró con estrañeza. Las demás personas que estaban fingieron no darse cuenta.

-Si estáis pensando lo que creo que estáis pensando.-Les dijo Alan a sus amigos y a su hermano.-No es cierto. No he estado con Ela.

¡Mentiroso hijo de puta! Pense yo.

Vi las caras decepcionadas de Sam y Melisa. Y Alex asintiendo con la cabeza, como si comprendiera algo que los demás no hacían. 

Uno de los que estaba en la sala de informatica tosió para que todos le hicieran caso.

Cuando todos se quedaron en silenció, el comenzó a hablar.

-Una de nuestras fuentes afirma que ha visto a Mathew acechando a una joven de unos 17 años. Deberíamos ir e impedir que haga algo malo.

Alan se quedó pensativo unos segundos.

-¿Qué creéis que está tramando?-Preguntó tras unos instantes.

-No lo se.-Dijo Max.-Pero seguro que nada bueno.

-¿Quieres ver la foto de la chica?-Preguntó Alex.

Alan asintió y los dos se quedaron mirando una pantalla.

-Me resulta familiar.-Dijo Alan.

-Seguro que en algún momento te la has tirado. ¿No es cierto Alan?-Dijo Sam.

-No.-Dijo el serio.-Si fuera así lo recordaría. 

Se frotó la barbilla como si intentará recordar donde había visto su cara antes.

-¿Cuál es su nombre?-Preguntó.

-Maia Meller.

****

Me levanté rápidamente del suelo y salí corriendo de la sala de música. ¡Maia! ¡Mi mejor amiga estaba siendo acechada por un oscuro! ¡Ni más ni menos que por Mathew!

Zigzagueé por los pasillos hasta llegar a la sala de informática donde entré de un portazo. Todos me miraron con estrañeza como si estuviera loca. Alan en cambio me miró con los ojos entrecerrados como si supiera lo que estaba pensando.

-No.-Dijo el serio.

-¡Es mi mejor amiga y lo sabes!-Dije yo gritando.-¡Cualquier cosa que tenga que ver con ella también tiene que ver conmigo!

Alan apretó la mandíbula y antes de que pudiera replicarme me di la vuelta y hable hacía las personas de la sala.

-¿Qué pensáis hacer con ella?-Pregunté.

Melisa se levantó y me cogió de la mano intentando tranquilizarme.

-Estábamos pensando en intervenir.-Dijo con voz calmada.

-¿Cómo?-Tenía que saber que era lo que iban a hacer con esto. Maia era una de mis mejores amigas y tenía que ayudarla fuese cual fuese el problema.