CAPITULO 13

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Algo me despertó moviéndome lentamente y con delicadeza de un lado a otro. 

-Despierta.-Dijo una voz susurrando.

Me hice un ovillo y alguien me retiró el pelo suavemente de la cara. Empezó a acariciarme suavemente la mejilla.

-Vamos, es hora de levantarse. ¿Hoy es primer día de clase recuerdas?-Dijo mientras seguía acariciándome la mejilla. 

-Déjame dormir.-Dije todavía sin terminar de despertarme. 

La mano se paró un momento, para luego apartarse. Escuché unos pasos alejarse y una repentina luz cegadora hizo que me hiciera el ovillo más pequeño que pude. ¿Qué era esa espantosa luz? 

Me desesperecé y abrí los ojos. Miré alrededor del lugar en el que estaba y me acorde. Dios, hoy era mi primer día de clase.

Alan estaba apoyado en la pared mirándome con una gran sonrisa en la cara.

-¿Tenias que encender la puñetera luz?-Le dije enfadada. Solía despertarme de mal humor si no me despertaban como era debido. 

-Era eso o tirarte un cubo de agua helada.-Me quedé traumatizada cuando me dí cuenta de que hablaba en serio.

-Aunque si te hubiera tirado un cubo de agua helada.-Prosiguió el.-Abría arruinado el peinado de leona que llevas que tanto me gusta.

Y entonces salió de la habitación y me dejó a solas. Me levanté con los ojos entrecerrados y bajé al baño de abajo, a tientas por las escaleras, con cuidado de no caerme. 

Me lavé la cara y me miré al espejo. ¡Dios mío! ¡Parecía un gremlin!

Me duché, me vestí con la misma ropa que me había puesto ayer para salir con Mario y me apliqué un poco de rímel. Después, me junté con Alan en la cocina. El había hecho un par de tostadas para mi y la cocina olía fuertemente a café.

-Hola.-Dije mientras me sentaba en uno de los taburetes de la mesa de la cocina. 

-Hola.-Dijo el mientras se sentaba en el de enfrente.-¿Café?

Asentí con la cabeza y el me sirvió una taza humeante de café. Me comí las tostadas y después pensé en algo que no había pensado todavía.

-¿Y las mochilas?-Pregunté mientras me tomaba mi café.

Alan sonrió con suficiencia.

-Está en el pasillo. Investigué ayer y me enteré de que los libros son prestados por el gobierno, así que una cosa menos de la que preocuparnos. A parte de eso tienes un estuche dentro de la mochila con todo lo que supongo que necesitas.-Después de su discursito sorbió de su café y me miro.-¿Algo más?

-No.

Salimos de casa yo con mi mochila a hombros.

-¿Dónde está tu mochila?-Dije mientras nos juntábamos con Mario y Alex.

-Se me olvidó.-Dijo el tratando de esconder, inútilmente, una sonrisa.

¿Se le olvido? Pues el listo de el tendría que llevar los libros en las manos.

Alan y Alex se apartaron para hablar y Mario y yo nos miramos preguntándonos de que demonios estarían hablando estos dos ahora.

-¡Luego os alcanzamos!-Gritó Alex.

-¡Vale!-Respondió Mario.

El y yo nos encaminamos hacía nuestro primer día de instituto. 

A nuestro alrededor muchísimos alumnos andaban igual que nosotros cargando sus mochilas para empezar las clases. 

ANGEL=PROBLEMSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora