CAPITULO 6

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Desperté en mi cama. En la cama que había estado usando estos días. Ni si quiera sabía en que parte de España estaba, pero por el ambiente y el tiempo, diría que en Navarra. 

Aunque Mario había dicho que no recordaría nada, lo recordaba absolutamente todo. ¡Que ridículo más grande había hecho! Y Alan… Alan creía que yo era hermosa, pero también creía que era inalcanzable. Pues si, era inalcanzable para todos menos para el, ¿Cómo es que no se había dado cuenta? ¡Si teníamos un vinculo hombre!

-¡Despierta!-Melisa irrumpió en mi habitación con un chándal en las manos. -¡Hoy es día de entrenamiento!

-¿Entrenamiento?-Pregunté adormecida. ¿Me estaba hablando en chino?

-¡Claro! ¿Tu quieres encontrarte cara a cara con Ariadna no?-Dijo arrancándome las sabanas de encima y abriendo la ventana para que el aire frío de la mañana me despertara.-¡Pues para luchar hay que entrenar! ¿O acaso quieres que te ensarten una espada en el corazón a la primera?

Pues no, no quería eso. ¿Quién en su sano juicio lo querría? 

-¿Qué hora es?-Pregunté mientras me ponía el chándal que Melisa me había traído. 

El chándal era negro completamente y tenía en la camiseta dos aberturas casi invisibles en la espalda. Al igual que el vestido, tenía el sujetador incorporado.

-Las seis de la mañana.-Dijo tranquilamente.

-¡¿Las seis de la mañana?! ¡¿Y me despiertas a estas horas?!- Dije.

-¿No has oído el refrán que dice a quien madruga Dios le ayuda?-Dijo Melisa guiñándome el ojo. 

-¿Qué irónico no?

Al final Melisa y yo nos acabaríamos haciendo amigas. Aunque creo que ya lo eramos, bromeábamos entre nosotras y ella me ayudaba en todo y respondía a todas las preguntas que le hacía. 

-¿Qué tal anoche? Vi a Alan llevándote en brazos. ¿Paso algo que me quieras contar?-Dijo indirectamente.

-No nos acostamos si eso es lo que preguntas. Ni si quiera eso era una posibilidad.-Ya que el cree que soy inalcanzable, pero eso no se lo iba a decir.-Lo que pasó fue que estaba tan borracha que me quede dormida y el me trajo aquí supongo.

-Que lastima. Yo que creía que había filing. 

Y yo también lo sentía. ¡Si el filing estaba ahí! Solo que Alan no lo veía. Idiota de el.

-Venga, vamos a entrenar. Los primeros entrenamientos son los más duros. 

Salimos de la habitación ya vestidas mientras yo me ponía una cola de caballo para que el pelo no se me cayera a la cara en el entrenamiento.

-¿Y que es lo que entrenamos?-Pregunté.

-Escalada, lucha, tiro con arco, también te enseñan alguna cosa de primeros auxilios y lo más difícil, la espada.

-Joder.-Suspiré.-Yo no sé hacer nada de eso. ¿Y para que te enseñan escalada si tenemos alas?

-¡Ah! ¡Lo olvide! También enseñan vuelo. Y te enseñan escalada por si se te rompe el ala o no puedes usarla sea la razón que sea.

-Esta bien. 

-¿Y quienes enseñan esas cosas?-Pregunté.

-Vuelo y escalada Amanda, no se si la conoces.-Hizo una pausa y yo asentí indicándole que la conocía y que continuara.- Tiro con arco lo enseña Sam, es el mejor en eso. Alex enseña primeros auxilios ya que se le da muy bien la medicina, y lamento decírtelo, pero Alan es quien da espada.

ANGEL=PROBLEMSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora