ANGEL=PROBLEMS

CAPITULO 5

Melisa se acercó a la bolsa con los vestidos y bajo la cremallera. En el, había dos vestidos preciosos, ambos rojos y con detalles dorados. 

-Son preciosos.-Y verdaderamente lo eran, cualquier actriz mataría por alardear de uno de estos vestidos en la alfombra roja.

-Este es el mío.-Dijo Melisa.

Y señaló a uno de los dos. El de Melisa era sin tirantes abrazando su pecho para que no se le cayera y de largura era hasta la mitad del muslo, es decir, por encima de la rodilla. 

-Este es el tuyo. Es el más bonito que vas a ver en la fiesta, ya que tu eres la protagonista. Vas a estar perfecta.-Dijo.

Y es que el vestido era precioso, era largo y caía hasta los tobillos. El vestido tenía destellos dorados en la falda y los pechos. 

¡Mi vestido era precioso! No pude resistir acercarme y tocarlo.

-¿Qué tela es esta?-Pregunté. Era una muy suave.

-Es tela celestial.-Dijo Melisa acariciando su vestido.- La usamos por que aquí atrás.-Cogió su vestido y le dio la vuelta.- Hacemos dos aberturas para que puedan salir nuestras alas cómodamente y la tela no se rasgue. Si no, cada vez que sacáramos las alas sería un desperdicio de ropa.

-Cierto.

-Póntelo y después te hago el peinado que se suele llevar en estas ocasiones.-Me propuso.

Me desnudé hasta quedarme en bragas cuando Melisa me interrumpió.

-¡Eh! ¡Espera! También tienes que ponerte esto.

De dentro de la bolsa sacó lencería. Era realmente bonita, pero, ¿para que iba yo a ponerme eso si no iba a verla nadie? Entonces caí, ¡ella creía que me iba a acostar con Alan!

-¿Estas de broma no?-Le pregunté con la cara desencajada.

-Tienes que ponértelo. Es la tradición.-Me dijo insistiendo.

-¡No pienso ponerme eso!-Me negué.

-Claro que vas a ponértelo.

Melisa concentro su vista en mi ropa interior y esta se rasgo a cachos. La ropa interior que me había dado para el juicio había quedado irreconocible esparcida por el suelo.

-¿No pensaras ir a la fiesta sin ropa interior no? ¿Eso seria ir más provocativa no crees?-Dijo Melisa maliciosamente.- Admítelo, vas a tener que ponerte esto.

Melisa me entregó la ropa interior.

-No te preocupes por el sujetador, el vestido lleva incorporado uno, sino, también se rompería al extender las alas.

Estaba enfadada así que no le respondí. ¡Me había obligado a llevar lencería! ¡En mi vida había llevado lencería! Aunque pensándolo bien, mejor eso que ir sin bragas.

Me puse el vestido y me contemplé. ¡Estaba preciosa! El vestido se ajustaba perfectamente a mis curvas haciendo que tuviera una figura perfecta.

-Deja que te maquille un poco y que te peine.

Melisa me puso un poco de rímel y brillo. Después me hizo un recogido a medio lado. Era como una mezcla entre lo clásico y lo moderno. ¡Era fantástico!

-Estas preciosa. -Dijo Melisa. -No se porque pero es costumbre ponerse poco maquillaje. Como para parecer más inocentes o algo.

-Igual es para que nos parezcamos más a nosotras mismas.

-Podría ser.

Melisa se puso su vestido y se maquillo y se peinó al igual que yo. Después salimos a la fiesta que nos aguardaba.