ᕈᥙɾᥱ ᔑᥱᑯᥙᥴtɩoᥒ [RUBEGETTA]

CAPÍTULO 10

"Más fuerte que la razón"

-.N .O-

La tarde caía sobre la tranquila Karmaland, el movimiento comenzaba a ser menor y los puestos de los aldeanos comenzaban a ser levantados, necesitaban acabar antes de que la noche llegara por los grandes peligros que albergaba la oscuridad, además de que ese día, mitad de semana, el mismo alcalde había proclamado que los aldeanos descansarán antes pues por el aprecio que les tenía deseaba lo mejor para ellos.

Al menos, eso decía.

Justo en ese mismo lugar, nuestro héroe de ojos morados caminaba entre los largos caminos del pueblo, observando que los aldeanos recogieran sus cosas y ayudándolos de vez en cuando si es que era necesario. Estaba tan sumergido en sus pensamientos y trabajo que no se percató de que cierta personita le observaba desde un edificio cercano. Para ser exactos, desde la oficina del alcalde.

No fue hasta unos minutos después de que esa mirada amatista volteara instintivamente y a su vez observar al nervioso chico de ojos avellana, observándolo atentamente_Al menos antes de que este se diera cuenta_.
Rápidamente se ocultó entre esa montaña de papeles, agradecía que estuvieran ahí para poder ocultar su pena al ser atrapado por el atractivo chico que tanto llamaba su atención. Segundos después se asomó ligeramente, este seguia mirándole pero esta vez con una divertida sonrisa la cual trataba de tapar torpemente con su mano "Un chicho no puede ser tan hermoso" pensó, sin embargo sus propias palabras eran entorpecidas pues nada definía mejor a Vegetta que eso: "Hermosura".

L: ¡Escuchame cuando te hablo! -Escucho aquella voz proveniente del alcalde acompañado de un golpe sobre la mesa donde se encontraba esa pila de papeles y el, claro esta.
Volteo estrepitosamente hacia este, quien tan solo suspiro posando una mano sobre sus desordenados cabellos. Se le notaba cansado y estresado, como alcalde debía tener muchas preocupaciones ¿No?.- Rubius, solo te estoy pidiendo un poco de cooperación, macho.
Si haces esto bien eres libre esta noche y podrás hacer lo quieras, sino, juro que te haré llegar más tarea de la que ya.-

R: Vale, vale. Lo siento, solo me distraje unos segundos -Aclaro de mala gana para volver a hundir su cabeza en los papeles, sin embargo el silencio del alcalde llamó su atención. Volteo de reojo, este se encontraba viendo al oji morado de una forma que sinceramente no le gusto...No sabia como expresarlo pero ¿Acaso Lolito sentía algo por el oji morado? Porqué sino era así entonces no podía darle una explicación a esa forma de verlo...-

L: ¿Te llevas muy bien con Vegetta verdad? -Pregunto haciendo que el oji avellana suspirar. Era innegable que se llevaba bien con ese chico., tan solo asintió con una sonrisita de par en par.- Si...Ah pesar de ser como es confia muy rápido en las personas. Tiene buen corazón pero no es fácil de controlar. Digamos que es la "oveja negra del rebaño" -Recalco esto último, el oji avellana tan solo le miro sin entender el porque se lo comentaba ¿Buscaba separarlo de él? Pues estaba haciendo todo lo contrario.- ...Ten cuidado con el, chico, aparenta ser muchas cosas y al final puede que te decepciones...-Aclaro para así verlo y suspirar.- Deja eso ya. Se lo encargaré a alguien que sea más rápido.
Ve a ayudar a los aldeanos -Finalizo para así dirigirse a su puerta. Ruben le siguió de forma seria hasta ella donde una vez abierta se sintió libre. No hubiera soportado rellenar otro papel más.-

R: Joder, macho...Todavía que le hago el favor...-Murmuro, Lolito no terminaba de ser de su agrado pues ciertamente Willy tenia razón con eso de que supo convencerlos con su amable actitud al comienzo, el problema vino después de todo eso.- ...-Mostro una sonrisa, por más que le dijeran cosas malas de Vegetta el sentia todo lo contrario hacia el. Claro, algo ocultaba pero nunca había fingido al estar con el, sabia de antemano que podía confiar en el y que su amistad era pura y verdadera. Ya estaba en sus manos averiguar que tanto ocultaba y porque no se lo decía.-

V: Siempre que termino cruzándose contigo, estas en las nubes, chaval...-Musito cerca de la oreja ajena, el oji avellana pego un brinco ante la invasión de su espacio. Sintio un ligero cosquilleo recorrer su cuerpo al sentir esos labios tan cerca de su rostro y le fue inevitable cubrirse con cierta mueca de molestia.- Buenas tardes, Ruben -Dijo con una suave sonrisa a su compañero para así pararse a su lado y mirar al rededor. Ya casi todo estaba alzado y los aldeanos comenzaban a ir a casa.- ¿Haz terminado ya? -Pregunto, este seguia en trance.- Con Lolito...

R:Ah...S-Si, si...-Murmuro tratando de calmar sus nervios. Miro de reojo al azabache quien tan solo permanecía observando a los aldeanos mientras tarareaba una canción. Ese chico era curioso a la par de raro...- ¿Tu también haz terminado? -Pregunto, el oji morado asintió ante eso, Se le notaba alegre.- ¿Hoy te toca hacer guardia en la noche?

V: No...Al fin tendré un poco de paz -Volteo nuevamente hacia el chico, quien le correspondió con una sonrisa.- De hecho, esta noche pensaba ir a visitarte...-Murmuro, sin embargo no fue consiente de sus palabras hasta que vio esa mirada de sorpresa y duda. El solo pudo reír igual de apenado que el oji avellana.- No pienses mal, quedaste en enseñarme tu casa y hasta ahora ninguno de los dos hemos tenido tiempo.
Pensaba ir hoy y ya sabes, tener una "noche de chicos". -Aclaro desviando la mirada.- Aunque si tienes cosas que hacer entonces lo dejamos para otro día, sin problema...

R: ¡No! -Recalco rápidamente, el hecho de que le alzara la voz provocó que el oji morado le viera con sorpresa.- Quiero decir...Esta noche también la tengo libre y tienes razón con eso de que aún te debo un tour por mi casa, que por cierto, no me ayudaste..-Dijo ya más como un reclamo. El oji morado solo río.- ¿Te parece gracioso, Vegettita? -Pregunto apoyándose sobre la pared cercana, quería hacerse el rudo frente a ese lindo chico pero nunca parecía captar sus coqueteos.-

V: Me parece irónico que lo digas, tu solo ibas a mi casa a comer y no hacer nada más...Asi que estamos a mano, chiqui -Dijo, el oji avellana se lo pensó por unos segundos y si, era verdad...El ojo morado con una sonrisa comenzó a caminar en dirección contraria a la del oji avellana.- Me verás allá por la noche, llevaré algo para comer si te apatece-Musito viendo al chico desde el costado de su hombro.- Hasta entonces, Doblas...-Rubius solo trago con dificultad a la vez que asentía.
Vegetta lo volvía completamente loco por cosas como esas, cosas tan simples como el solo decir su nombre...

"Realmente comienza a gustarme" pensó con gran estrés, no queria sentir algo por un chico pero era inevitable con Vegetta constantemente invadiendo sus pensamientos y espacio.

Necesitaba mantenerse al margen con el y no caer en sus sensuales, lindos y sexys gestos.

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