Capítulo 8

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-¿A dónde vamos ahora?-preguntó el del medio, luego de que habían robado el vehículo.

-No conozco este lugar, ¿Sabes?- contestó el mayor.

El mayor conducía, el del medio iba en el copiloto, y el más pequeño, que aún seguía inconsciente, ocupaba los asientos de atrás.

Hasta que este último comenzó a despertarse.

-Ugh, duele.-expresó, colocando su mano en su cabeza.

-Buen dia, dormilón.-habló el mayor, haciendo que el del medio riera.

-¿Q-qué pasó?-sus ojos se acostumbraron a la luz con difícultad, pero cuando lo hicieron, miró a los dos mayores.

-Bueno.-el del medio se preparó para explicar. -Uno de los enmascarados te dejo inconsciente. Pero este tipo.-dijó refiriendose al mayor. -Les dió las paliza de sus vidas y robamos su auto, nave espacial o lo que sea.-

-Pero, robar es malo. Mamá lo dice.-dijó el pequeño agachando levemente su cabeza.

-Si. Pero esto no se trata de lo que mamá diga, se trata de sobrevivir aunque tengamos que matar.-contestó el mayor sin quitar la mirada del camino.

El Goten del medio suspiró y miro hacia abajo con tristeza... nunca creyó decirlo, pero extrañaba a su madre, y discutir con ella, fue quizás un crimen que lo condenaría a cadena perpetua.

-¡Veo algo!-dijo el mayor, alertando a los otros dos.

El más grande detuvo el vehículo y los tres salieron de este.

-Sin duda, es lo más extraño que he visto...-expresó el del medio.

Era como un tipo de frontera. De un lado estaba el desierto (Donde se encontraban ellos) y del otro por alguna razón ¡caía nieve!

El mayor inspeccionó aquella rareza con cuidado. Había una línea de arena y nieve que dividía ambas zonas.

-Supongo que solo hay que seguir.- declaró el mayor.

Los tres subieron nuevamente al vehículo y el mayor lo pusó en marcha. Cuando cruzaron aquella frontera, una ola de frío toco sus cuerpos.

-¡N-no me jodas!-dijó el del medio, tartamudeando a causa de la temperatura.  -A-antes era calor ¿A-ahora frío?-

-O-odio mi vida.-tartamudeó el menor.

Mientras los dos más pequeños sufrían, el mayor se sentía aliviado. Él vestía con un abrigo de cuero largo de color negro y guantes, esto hizo que las temperaturas del desierto casi lo derritieran. Y ahora con el ambiente frío, se sentía en el paraiso.

Soltó un suspiró de alivio.

-¿Q-qué... es... eso?-dijó el del medio, mientras apuntaba con su dedo índice

Los otros dos miraron lo que señalaba.

El pelinegro del medio señalaba una... ¿Nave? A simple vista se notaba que era eso.

-¿Una nave? ¿De quien será?-pensó el mayor.

-¿U-una n-nave e-espacial?-agregó el más pequeño, abrazándose a si mismo.

-¿Y-y si v-vemos q-que h-hay a-ahí?- sugirió el del medio.

-¡¿Estas loco?! ¡Puede haber alguien ahí!-dijó, exhaltado el mayor.

-¿P-pór qué t-te p-preocupa? T-tu... p-puedes d-derrotar a c-cualquiera.- sonrió con orgullo, a pesar del frío que lo mataba.

-Si. Eso es cierto, pero...-

-A-además... p-podríamos mo-morir de h-hipotermia.-

Esto último convenció al mayor, el cual inmediatamente giró el volante en dirección a la dichosa nave.

Aquel vehículo metálico era grande, caberían hasta 2000 tripulantes.

-¡V-vamos, C-chicos!-exclamó el menor entusiasmado, seguido por el del medio.

Ambos fueron detenidos.

-¡Esperen! Antes tengo que asegurarme que no hay nadie, y si lo hay, eliminarlo.-se acercó hasta la gran compuerta, la que se abrió con el acercamiento del joven.

-O-ohhh.-soltarón los dos menores, impresionados.

Luego de un rato inspeccionando, el mayor finalmente dió señal a los dos menores para que entraran.

-A-al f-fin.-dijeron ambos.

-Solo, cuidense entre ustedes. Yo me quedaré aquí.-se subió nuevamente en el vehículo y se sentó en su lugar.

-¿P-pór q-que?-preguntó el del medio.

-Para que no nos roben el vehículo.-

-¿P-pór q-que no lo co-conviertes en c-cápsula?-dijó el menor.

Esas palabras sorprendieron a los mayores.

-¿Q-qué?-

-¿De qué hablas, pequeño?-el joven se bajo del vehículo y se arrodilló hasta su altura.

-¿N-no lo ven?-señaló un pequeño botón. -E-es para t-transformarlo en c-cápsula.-

-E-es v-verdad, i-incluso t-tiene l-la m-marca de C-corporación C-cápsula.- expresó el del medio.

El mayor se quedó en un estado de shock.

-Ustedes vayan, yo veré que sucede aquí.-habló seriamente.

-D-de acuerdo.-dijeron los dos, para luego entrar a la misteriosa nave.

Primero caminaron por un pasillo oscuro. Pero luego de que atravesaron un puerta, llegaron a otro pasillo iluminado, con varias puertas a ambos lados.

-Uhh, se siente cálido.-habló el menor.

-Si.-dijó el mayor de los dos.

-Veamos que hay en estas puertas.-el pequeño abrió una de las puertas.

Ambos encontraron en aquel cuarto, armaduras de combate, todo tipo de armas y... abrigos, guantes, entre otro tipo de vestidos de invierno.

-¡Eso es lo que necesitamos!-.exclamó el mayor.

Los pelinegros corrieron desesperados hacía los vestidos y comenzarón a buscar cual era de la talla de cada uno.

-Que raro.-dijo el mayor.

-¿Qué pasa?-el menor detuvó su busqueda y lo miró.

-Encontré de tu talla.-agregó burlón, para después recibir un golpe en el brazo por parte del otro.

Luego de un rato buscando y jugando, ambos decidieron regresar con el tercer Goten.

-Vamos, ya no queda nada más.-agregó el mayor, colocándose los guantes y el gorro.

-Espera.-el otro se detuvo. -¿No crees que deberíamos tomar armas?-

-¿Y eso porque?-

-No lo sé, estamos en un lugar que no conocemos. Tal vez lo podríamos nesecitar.-

El mayor pensó por un momento ,y luego se acercó al más pequeño.

-Tienes razón, este lugar puede ser peligroso. Que listo eres, pequeño yo.- acarició la cabellera pelinegra del niño, causando que este riera.

Miraron con detenimiento las armas, ambos coincidieron en llevar una espada, 4 granadas y 3 "pistolas láser" como ellos les decían.

Metieron todas esas armas en una bolsa que encontraron, pero el menor se fijó en algo más.

-Wow, un escudo.-se estiró un poco para alcanzar dicha cosa, pero el mayor tenía otros planes para él.

-Yo lo tome primero, es mio.-dijó burlón.

-¡Oye, yo lo ví primero!-reclamó.

-Pero, yo lo tomé primero.-

-¡No es justo, tu eres más alto!-se cruzó de brazos y se sentó en el suelo, haciendo entender su molestia.

-¿Quién te manda a ser tan pequeño?-

Goten, Goten y Goten ┇Dragon ball // [SIN EDITAR]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora