Las cosas en Seabrook han cambiado. Zed y Addison siguen siendo muy felices juntos, pero nuevos peligros amenazan a esta "perfecta" ciudad. Vuelven los problemas, vuelve el amor, pero ahora... ¡con lobos!
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— Awoooo —hola, que bueno verlos de nuevo. Se preguntarán: ¿qué pasó durante estos meses? Bueno hay muchas novedades. Para empezar, mi cabello casi vuelve a su normalidad. Ahora parece un castaño casi rubio. Luego, los lobos. Todo está tranquilo. El máximo problema que hemos enfrentado, son algunas bromas que se hacen Zed y Wyatt. Ya luego les contaré de eso, pero ahora quiero ver a mi hermana.— Awoooo.
— Te oí desde un inicio, Blair. —dijo Addi, saliendo de casa para abrazarme.— ¿Cómo están todos?
— Bien, ya calmamos a Wyatt. ¿Qué hay de ustedes?
— Todo está normal. Bueno, tan normal como puede ser Seabrook. Zed está paranoico con la venganza de Wyatt, pero no nos quiere decir que pasó.
Esa es otra novedad. Los lobos estamos tan ocupados cuidando la piedra lunar, que casi no podemos venir a Seabrook. No podemos permitirnos perderla. No otra vez.
— Le cortó el cabello a Wyatt. —Addison me miró asustada, por lo que le dije.— No lo rapó, si es lo que piensas. ¿Recuerdas que su cabello estaba casi igual que el de Zed por la parte delantera? Solo que Wyatt lo usaba más esponjoso, y Zed completamente levantado. —ella asintió.— Ahora solo llega a la mitad.
— Espero que paren sus bromas antes de que lleguen a más.
— Sí. Todos esperamos que Wyatt no regrese la broma. Estos dos no tienen remedio. Actúan como niños. ¿Qué tal todo como capitana de animadores? —cambié de tema.
— Voy bien. Es... increíble. Todo es casi como lo soñé, solo me falta tener a mi... —un aullido lejano causó que no prestará atención a su respuesta.— ¿Qué pasa?
— ¿Escuchaste eso?
— No oí nada. —volví a escuchar el aullido. Era la manada.
— Los lobos me llaman. Lo siento. Lamento que no podamos hablar mucho.
— No te preocupes. Ve con tus lobos, gran alfa. —me sonrió por última vez, antes de que tuviera que irme.
Regresé al bosque rápidamente. Cuando iba llegando a la guarida, escuché a Willa.
— Ya volvió. —todos los lobos aullaron, dándome la bienvenida.— Te estábamos esperando.
— ¿Qué sucede?
— Wyatt sucede.
— ¿Se volvió a escapar? Dijiste que lo mantendrías alejado de Ciudad Zombie.
— No se escapó, te siguió. —la miré asombrada. Ni siquiera lo noté.— Y lo sigue haciendo. —dijo mientras miraba detrás de mí.
— Necesito vengarme. No puedo dejar las cosas así. Mira como dejó mi cabello. –el "espía" señaló su cabello.
— No tengo tiempo para esto. Tenemos que hablar, Wyatt, otra vez. —Willa obligó a Wyatt a seguirme dentro de la guarida.— Solo olvídalo.
