Las cosas en Seabrook han cambiado. Zed y Addison siguen siendo muy felices juntos, pero nuevos peligros amenazan a esta "perfecta" ciudad. Vuelven los problemas, vuelve el amor, pero ahora... ¡con lobos!
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Por fin puedo decir que las cosas están en calma, otra vez. Y espero que esta calma dure más que la última. Solo ha pasado una semana desde que ese otro lobo entró a nuestra guarida, y no hemos tenido más noticias sobre él o algún invasor. Eso era increíblemente relajante. Al parecer, mi orden fue más que suficiente para mantenerlo alejado.
— Willa. —la llamé.— Necesito pedirte un favor.
— Dime.
— ¿Puedes encargarte de la manada por unas horas? —ella me miro confundida.— Tengo que ir a Seabrook.
— Claro, pero... ¿qué pasa?
— Nada grave, en serio. Solo quiero ir a ver a algo.
— Bien, ve. Aunque... tengo una condición. —tomó mi brazo, y nos llevó a una zona alejada de los demás lobos.— ¿Sabes qué es el Froyo?
— ¿Yogurt helado? ¿Otra vez? —ella me miró confundida.— Tu hermano me hizo la misma pregunta. —expliqué con brevedad.
— Sí, bueno, Wyatt mencionó que parecía ser algo delicioso...
— Quieres uno, ¿verdad? —la miré divertida. Muchas veces me he preguntado: ¿en qué se parecen Willa y Wyatt? Ahora lo sé. Pero nadie le ganará al obsesionado con el froyo... aunque nunca haya probado uno.
— Sí, por favor. Llegué a verlo cuando trajimos la piedra lunar, el día del baile. Me sorprende decirlo, pero Wyatt tenía razón.
"No aceptar que tu hermano, o hermana, tiene razón." Típico. No quieres a tus hermanos, si no aplicas esas... leyes no escritas.
— Yo me encargo. —dije tratando de no reír. Willa estaba actuando igual a Wyatt.
— Ay, gracias. Si mal lo recuerdo, había uno que se llamaba crujiente de moca.
— Como digas. —me abrazó rápidamente, antes de empezar a caminar conmigo.
Por un segundo se me hizo raro ver a Willa siendo tan expresiva, pero al poco tiempo volvió a ser ella.
— Evitemos que mi hermano sepa de esto, ¿bien?
— Solo si dejas que vaya conmigo. —su emoción se disipó rápidamente.— No es lo que crees. Desde que llegué, quiere que lo lleve por uno.
— Solo porque tendré mi froyo. —aceptó rendida.— Solo recuerden: estamos tratando de evitar futuros problemas con la piedra lunar. Y no es que no quiera tenerte de cuñada, es solo que Wyatt es...
— ¿Un poco más emocional que tú?
— Iba a decir intenso, pero eso también es verdad. —las dos empezamos a reír. — Ya, hablando en serio. Aún no estás totalmente familiarizada con los temas de lobos, y mi hermano podría llegar a confundirte. No podemos dejar que eso pase. Todos te necesitamos concentrada.
