Las cosas en Seabrook han cambiado. Zed y Addison siguen siendo muy felices juntos, pero nuevos peligros amenazan a esta "perfecta" ciudad. Vuelven los problemas, vuelve el amor, pero ahora... ¡con lobos!
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— Que estemos juntos no significa que estemos unidos. Lo sabes, ¿verdad? —la confusión en su rostro dejaba en claro que todo iba a ser más difícil de lo que pensé.
— No me entiendes. Veamos... —necesitaba encontrar la manera más simple de explicar esta compleja parte de nuestra especie.— Tú sabes que los lobos somos muy territoriales...
— Eso ya me lo dijiste, ¿recuerdas? Cuando estábamos en la guarida de esos lobos. —la miré arqueando una ceja.— Perdón, continúa.
— Bien. Sabes que los lobos somos muy territoriales, pero eso no es solo con lo material, también lo somos con las personas. —quería encontrar una forma sutil de decirle todo, pero no se me ocurría. Eso era lo mejor que tenía, decirle, de una manera indirecta, que ahora yo era territorial con ella y viceversa.
— No te estoy entendiendo, Wyatt. —su reacción ante mi mejor intento fue desesperante. No podía culparla, claro, los humanos no tenían nada como eso, o al menos nada hasta donde yo sabía. Aunque estuvo adaptándose a todos los temas de lobos, la mayoría tenían algún punto en común con sus anteriores costumbres, así que era más sencillo de explicar. ¿Esto? Esto era un caso completamente distinto y eso bastó para hacer que mi mente comenzara a funcionar a mil kilómetros por segundos.
— Awo. Somos soulmates, ¿bien? —seguramente no lo grité solo porque se trataba de ella, pero la desesperación era mayor. En definitiva, no era como quería abordar el tema, pero ya estaba hecho. Supongo que eso evitó que le diera más vueltas, ¿no?
— ¿Soulmates? ¿Almas gemelas? —dijo confundida.— ¿Es como la imprimación?
— La... ¿Qué?
— ¿Has escuchado de Crepúsculo? —yo negué.— Es algo humano. Una saga de libros y películas. Se supone que hay hombres lobos y vampiros, pero los lobos no se parecen nada a nosotros. Ellos, literalmente, son humanos que se pueden convertir en lobos grandes...
— Eso no tiene sentido. —dije indignado. El término "hombre lobo" llevaba el "lobo" al final por una razón, por las características unidas a nuestra naturaleza humana... En realidad, el zombie no se equivocó tanto al decir que sin nuestras piedras lunares seríamos humanos, solo que seríamos ordinarios sin la energía lunar que corría en nuestras venas.
— Para mí era genial antes de conocerlos a ustedes, pero vivir la experiencia lo hace parecer absurdo. Como te decía, el lobo principal, Jacob, se imprima en la hija de los protagonistas. Se supone que es como el amor verdadero en los humanos. Al menos así lo entendí yo, nunca fueron muy concisos en la explicación. Es eso, o en las películas emitieron esos detalles. Y jamás leí los libros, así que...
— Pues... creo que quien escribió el libro...
— Los libros. Son cuatro libros y cinco películas.
— Bueno, quien escribió los libros no estaba tan equivocado. Solo que no se llama imprimación. No tiene sentido ese nombre, porque estoy seguro de que significa algo que no se relaciona con el tema.
