Las cosas en Seabrook han cambiado. Zed y Addison siguen siendo muy felices juntos, pero nuevos peligros amenazan a esta "perfecta" ciudad. Vuelven los problemas, vuelve el amor, pero ahora... ¡con lobos!
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— Hola, hermanita, Zed. —le dijo Blair mientras soltaba mi mano. Tenía que admitir que me sentía muy cómodo con nuestras manos entrelazadas. Así que... que me soltara fue un poco molesto.
— ¿Qué hacen aquí? Creí que a esta hora estaban en el bosque. —nos dijo Zed.
— Solo... quisimos dar un paseo, y comer unos froyos.
— ¿Por casualidad saben dónde está Willa? Necesito hablar con ella. —dijo Addison.
— Está en la guarida.
— Gracias, Wyatt. Iremos a hablar con ella, así que... dejaremos que terminen sus helados tranquilos. Vamos, Zed.
— Yo te alcanzo. Eliza me pidió que la esperara. Quiso ir con nosotros.
— Bueno... adiós. —sin mucho más que decir, se encogió de hombros y se alejó.
Zed y Blair mantuvieron su mirada en Addison, ignorándome por completo. Pero claro que quería que su mirada volviera a estar puesta en mí. Volví a manchar a Blair, llamando su atención y causando que riera, y eso hizo que el zombie también se girara a vernos.
— ¿Ustedes...? —y hasta ahí se quedó su pregunta, porque su voz se desvaneció.
— ¿Nosotros qué? —le pregunté mientras seguía comiendo el Froyo. Él iba a terminar su pregunta, pero su amiga llegó.
— Hola, chicos. —aproveché que estaban distraídos para volver a manchar a Blair, pero su risa volvió a captar su atención.— ¿Ustedes están saliendo? —preguntó directamente.
— ¿Por qué siempre preguntan eso? —dijimos al mismo tiempo. Eso fue muy sorpresivo para ambos. No solo porque dijimos lo mismo... al mismo tiempo, sino por la pregunta que hicimos. Al menos con esto confirmaba que no era el único con esa duda.
— Actúan como una pareja. —dijo Zed.
Y con eso... me dio una idea. Podría contar como mi venganza, para Zed; y podría darle a Blair la "experiencia" que dice necesitar para saber si estar juntos causaría algún daño a la manada. De paso podría intentar tomar fuerza para decirle lo que siento. Así sea hoy... en unos días... en unos meses... o en unos años... o en algún punto de nuestras vidas.
— ¿Y qué si fuera verdad? —le dije mientras pasaba mi brazo por la espalda de Blair, de manera protectora.
— ¿Están... juntos? ¿En serio? —preguntó Eliza.
— Claro. —besé la mejilla de Blair con rapidez. Al instante sentí como ella se tensaba, y un nerviosismo extraño en mí. Era el mismo sentimiento que... la noche en que ella besó mi mejilla por primera vez. Lo único que podía hacer, era tratar de ocultar que estaba tan nervioso como ella. Posiblemente más nervioso.
Tal vez le estoy dando... demasiadas vueltas a una muestra de afecto muy... leve. Pero estamos hablando de la chica que me gusta. Obviamente que me tiene que afectar.
