Con amor, Grace.

¿Quién tiene a Richard?

No puede ser que haya perdido a Richard, ¡MI Richard! Ahí está todo, sé que es un... No puedo creer que vaya a decir esto pero, ¡bueno está bien! Richard es un diario, simple una libreta empastada de color azul con cien hojas blancas aproximadamente pero ha estado conmigo en el último año, fue mi regalo de cumpleaños número quince.

¿Quién tiene a Richard?

A veinticinco minutos de distancia estaba Richard, sano y salvo en un pequeño departamento, propiedad de Cristóbal, quien preparaba su próxima clase acerca de <<El naturalismo>> tenía un pequeño debate acerca de si leer el pequeño cuaderno de color azul de su estudiante o no.

No es ético de mi parte... Pero esta chica tiene algo en particular, no lo sé. Desde que la vi noté un gran parecido con... ¡Ya no importa! -dijo Cristóbal mientras leía uno de sus tantos libros-

Pocos minutos después la tentación hizo de las suyas, cuyo resultado fue que él se pusiera a leer parte de las aventuras de Grace, encontrando consigo aparte de historias, dibujos, fotos con Ramiro y sus padres también, un mundo totalmente aparte, lleno de color, lleno de vida.

¡Es impresionante el talento que tiene!-dijo Ramiro con una sonrisa de oreja a oreja- ¡Ella necesita que sea escuchada por todos!

Se podría decir que fue como una especie de <<Epifanía>> para Rojas,además que tenía una idea muy en particular haciendo eco en su cabeza, pero tendría que ser llevada a cabo poco a poco para ver si era cierta o no.

Ese mismo día en la noche Grace estaba en su cuarto viendo películas de comedia con Ramiro, quería que su mejor amigo se sintiese mejor lo más pronto posible.

Oye nena, ¿Qué tal tu tarde?-preguntó Ramiro mientras tomaba una porción de gomitas-

Bueno,dentro de lo que cabe bien, pero, ¡perdí a Richard!- confesó Grace mientras posaba su cabeza en el hombro de Ramiro-

¡No! ¿De pana?-dijo Ramiro tapándose su boca de la sorprendente noticia-

Sí, lo dejé en el salón de literatura  pero quién lo tendrá, ahora es mi incógnita-dijo Grace haciendo una sonrisa torcida- pero bueno mañana será otro día y lo buscaré. ¡No te preocupes!

Mañana te ayudo, así tengo la mente ocupada para no pensar en... ¡Ya tú sabes!-contestó Ramiro haciendo un gesto de asco-

Gracias Ramiro, ¡eres un amor!-dijo Grace dando un fuerte abrazo a su mejor amigo-

No hay de qué, entre nosotros nos ayudaremos siempre niña linda -afirmó Ramiro dándole un pequeño beso en su cabeza-

En ese momento llegó Andrés para anunciar que la madre de Ramiro, Carolina había llegado para ir a su casa a dormir.

Después de una tarde-noche de películas al estilo de Adam Sandler, me cambié de ropa para ir a dormir, o como digo yo: "a mimir"

Al día siguiente sí me desperté algo más temprano para evitar llegar tarde y que mis compañeros me mirasen como el propio extraterrestre por el simple hecho de llegar tarde, como si ellos no llegaran tarde también, ja. Okey ese no es el punto, bajé el nivel de la historia. El objetivo de despertarme más temprano aparte de ese, era poder buscar a Richard más tranquila, sin tantas personas a mi alrededor.

La venezolana optó por algo seguro como siempre, unos jeans desteñidos y rasgados(sus favoritos) al estilo de los noventa, una camisa blanca y unas botas de color negro para iniciar su nuevo día de clases.

-Queridos papá y mamá, perdí a Richard (¡otra vez!) Y por eso no desayunaré con ustedes, iré a buscarlo

Con amor, Grace.
P.d: Obviamente desayunaré en la escuela :)

Leían Andrés y Fabiana, riéndose por las cosas que le solían ocurrir a su hija adolescente, que solo podían presentarse en una serie de Disney Channel.

Empecé mi recorrido mientras que escuchaba por mis audífonos "Falling for ya"de Grace Phipps, esa canción me encantaba aunque mi situación amorosa estaba nula desde... Bueno, siempre. Aunque la banda sonora de Teen Beach Movie siempre serán una buena opción.

P.d: ¡tendré treinta años, pero jamás dejará de encantarme Disney Channel!

Después de un agradable trayecto, Grace llegó con media hora de anticipación, habían algunos estudiantes conversando en la entrada, por su parte, fue directo al salón de clases donde dejó a su amado Richard el día anterior, encontrándose con la imagen de un Cristóbal Rojas muy relajado leyendo <<Doña Bárbara>> del ilustre Rómulo Gallegos y con los pies sobre su escritorio.

Oh,permiso profesor. Buen día -dijo Grace sorprendida por la actitud de su maestro- No quería interrumpir su lectura pero necesito buscar algo con suma urgencia.

¿Se refiere a esto?-inquirió Cristóbal poniéndose de pie con Richard en su mano-

¡Sí! -contestó Grace brincando de la felicidad- ¡Muchas gracias profesor!

No hay de qué, lo dejó aquí olvidado cuando la llamó su amigo, se lo quise entregar pero cuando la fui a buscar ya era tarde, ya se había retirado de la institución-dijo Cristóbal entregándole así su "amigo"

De pana gracias profe, ¡un millón!-dijo Grace mirándolo a los ojos muy contenta-  y le debo una disculpa por dejarlo hablando solo ayer.

No se preocupe Hernández, entiendo que se le presentó una situación de urgencia- respondió Cristóbal sentándose en uno de los pupitres- además, sé que es poco ético de mi parte... Pero, me atreví a leer su diario y déjeme decirle que tiene mucho potencial para escritora, es muy talentosa al momento de redactar-

Bueno, eso me agarró en tres y dos pero... Gracias profesor. Aunque ja,ja,ja. ¿Escritora yo? -dijo Grace incrédula-

Sí. En verdad tienes cara de escritora Grace. Tienes un talento muy particular en la escritura-afirmaba Cristóbal cruzando sus brazos-

Bueno gracias, pero por los momento me gusta escribir, sí, pero para mí sola -respondió Grace-

Todo a su tiempo Hernández, ¡pero llegarás lejos! -dijo Rojas con una sonrisa torcida en su rostro-

En ese momento sonó el timbre para marcar así el inicio de la rutina escolar, interrumpiendo nuevamente la conversación entre Cristóbal y la joven Grace.

Todo transcurrió con una gran normalidad,aunque eso creí yo.

¿Por qué tienen que existir los chamos tan sifrinos como él!

Durante el receso Grace se encontraba hablando con su mejor amiga Lucía, acerca de la nueva canción de Morat, su banda favorita desde que tenían trece años.

Y como toda típica película cursi de adolescentes, Grace estaba tomándose un café en el momento en que chocó con Leonardo Bustamante el típico "Bad boy" de la preparatoria Adams, derramando así su café en la camisa del chico rubio de ojos marrones.

¡Qué es lo que te pasa, ubícate!-gritaba un Leonardo enfurecido-

Ah bueno, ¡ahora la desubicada soy yo!-contestó Grace al mismo nivel de Leonardo-

Sí, porque si hubieses tenido más cuidado nada de esto hubiese pasado y yo fuese tranquilo a raspar mi examen de biología, pero no -dijo Leonardo mientras secaba su camisa en vano-

Ay sí, qué mal. ¡Estoy que lloro!-dijo Grace de un modo sarcástico mientras secaba sus lágrimas invisibles del rostro-

Mira chama, mejor dejémoslo hasta aquí porque Leonardo Bustamante no se rebaja a un nivel tan grande como el tuyo-contestó Leonardo siendo interrumpido por una cachetada contundente por parte de Grace-

En todo caso el que se rebajó aquí, eres tú, ¡muchacho gafo!-dijo Grace mientras se retiraba del pasillo con Lucía como una gran observadora del acto-

¡Ay no! Me sacó de mis casillas. Primera vez que le doy a alguien una cachetada, o sea, quién se cree él ¿El Padrino? ¿Rey de Roma?

No soporto la gente así.

Leonardo y Grace eran polos totalmente opuestos, pero los opuestos se complementan, no fue una gran primera impresión, pero sí el inicio de su gran amor aunque no lo admitirían por varios meses.

Enamorándose perdidamente el uno del otro.