Unique.
—Pásame una porción —ordenó sin apartar su mirada de la notebook.
Miré el plato a mi lado y me sorprendí cuando encontré solo dos porciones, se había comido casi una pizza entera el solo. Si no fuera porque la había carbonizado, me hubiera enfadado por apenas y dejarme una porción.
Estaba acostada y tapada hasta la cabeza, no quería moverme mucho y destaparme, así que a como pude, tomé el plato y lo dejé sobre su regazo.
—Gracias.
Puse cara de asco cuando lo vi darle un enorme bocado. Estaba quemada y sabía horrible.
—¿Cómo puedes comer eso?
—No lo voy a tirar —respondió sin quitar la vista de la pantalla—. Además, cuando tienes una amiga que cocina tan mal con el tiempo te acostumbras y pierdes el sentido del buen gusto.
—¡No cocino mal! —dije ofendida— Solo estaba distraída.
—¿Cada vez que cocinas?
Dibujó una sonrisa burlona. Aun cuando se veía tan concentrado en la película, él se las arreglaba para molestarme.
De pronto, la pantalla se oscureció y justo cuando estaba a punto de asustarme, los créditos de la película aparecieron.
—¡No puede ser! —Gritó.
Con rapidez quitó la computadora de sobre mi estómago y comenzó a retroceder los créditos, sin poder creerlo.
—¿En serio va a terminar así? —rezongó.
Y luego de haber comprobado que ese era su final, adelantó con desesperación los créditos.
—Tiene que haber algo más.
—Es peor que la del cine —murmuré. Y con lentitud salí de la cama.
A pasos arrastrados me acerqué al ropero, no veía la hora de quitarme esa ropa que había estado llevando desde hoy temprano. Si seguiríamos viendo películas en la cama, era mejor que me pusiera algo más cómodo y abrigado. Al paso que íbamos no tardaría en quedarme dormida con otra película aburrida.
Desde que me levanté que solo se escuchaba el clack del botón de la computadora. Entendía la desesperación de Zane por querer saber más, por encontrar un "Continuará..." al final o algo, pero al ritmo en que presionaba ese botón terminaría por romperlo.
—Romperás el botón del touchpad, Zane —solté hurgando entre mi ropa. Pero no me hizo caso— Hazlo con el otro coso —agregué.
—Sí, sí —respondió.
Pero una vez más se pasó por los huevos lo que dije.
—¡Zane! —grité, al ver que no me hacía caso.
—Acá, acá —dijo enérgico—, hay una escena postcreditos. Ven, ven.
Era raro verlo así, generalmente era al revés.
—Estoy bien así —contesté sin interés. Tomé un pantalón holgado que encontré y una remera negra de mangas largas. —Me cambiaré —avisé y me volteé a verlo, aún seguía con el jean y la camisa— ¿Tú no lo harás?
—Nah, estoy bien así —respondió sin apartar la vista de la pantalla.
Seguro y creía que no me daba cuenta, pero no era así. Había notado como desde esa confesión suya no me había dirigido la mirada, era su intento por escapar a las posibles preguntas que podía hacerle.
Había dicho que quería cambiar, pero notaba como aún le costaba poder expresarse. Sabía que lo que había sucedido en su casa, ese día que me disculpé, no había sido más que producto de la desesperación de ambos. Aun nos costaba... a ambos.
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FANaticus
Teen FictionREESCRITURA DE FANATICUS 2016 Unique tiene casi una obsesión por encontrar al chico perfecto, a ese que lee en los libros. Zane, su mejor amigo, buscará mostrarle que la realidad puede ser mejor. Pero cuando los sentimientos hacia su mejor amiga, cr...