Déjenme tranquilo

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Yurio:
Vi el auto de Viktor y Yuuri y me detuve frente a él, esperando a que ambos a que esos idiotas llegaran.

Saqué mi móvil, comencé a ver mi cuenta de instagram y subí un estado en ella.

Escucho pasos acercándose a mi y guardó mi móvil en el bolsillo de mi chamarra y me pongo mi cubrebocas

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Escucho pasos acercándose a mi y guardó mi móvil en el bolsillo de mi chamarra y me pongo mi cubrebocas.

Yuuri: Yurio... ¿Por que te fuiste asi?

Voltee a ver a Yuuri.

Yurio: Mira tazón de cerdo, yo haré lo que quiera. Que ahora sean mis padres no significa que permitiré que digan que hacer. Y si me fui es porque no tenía nada que hacer en ese lugar... Ahora debo ir al hotel por mis cosas y por Potya.

Yuuri: Vale... Vale... Entiendo... Yurio... Viktor y yo queremos ser tu familia... Cuando nos dimos cuenta de lo de tu abuelo comenzamos a movernos para adoptarte, no queríamos que estuvieras con alguien que no fuera bueno para ti.

Ese odioso cerdo, en parte tienen razón. Es un alivio que quienes ahora son mis padres sean ellos, pero por alguna razón, lo encuentro molesto.

Yurio: Les agradezco ese gesto... Pero no necesito tener un par de estupidos como padres. Así vuelvo a decirlo... No esperen que les diga papá o mamá... Esa mierda no va conmigo.

Yuuri bajo su cabeza, me daba cosa ser así con él, pero no tenía otra forma más que volverme así con ellos.

Viktor: Vámonos a casa...

Escuche la voz de Viktor y voltee a verlo y frunci el ceño.

Yurio: Primero voy por mis cosas... Abre la puerta viejo... Quiero subirme.

Viktor sonrió y se acercó al puerco y lo tomó de la cintura y beso sus labios.

Voltee mi cabeza intentando no verlos.

Ambos son tan asquerosos.

Escuche que la alarma del carro era quitada y abrí la puerta metiendome en la parte trasera y sacando mis auriculares y poniendomelos para escuchar música.

Sentí como ambos se subieron al auto y Viktor condujo hasta el hotel donde me estaba hospedando.

Salí del auto y fui por mis cosas a recepción donde me entregaron todo, junto con mi tarjeta de crédito y a mi hermosa Potya.

Sali de ahi y entre al auto mientras los empleados subían mis cosas al maletero del auto de Viktor.

Volví a ponerme los audífonos mientras acariciaba el pelaje de mi gata.

Al llegar a su casa me tuve que quitar de nuevo mis audifonos.

Viktor: Tu habitacion esta subiendo las escaleras, en la puerta que esta al fondo... Te dejamos la que tiene balcón.

Fruncí el ceño y tome mi maleta.

Yurio: Vale... Reacomodare mi habitacion a mi gusto y necesito su permiso por si quiero remodelar algo que no me guste... Por el dinero no se preocupen, gano mucho para eso.

 Viktor: Claro que no... No gastaras nada de tu plata... Si quieres cambiar algo dinos... ¿verdad cerdito?

Hice una mueca al escuchar como Viktor le decía a Yuuri.

Son tan odiosos...

No escuche lo demás que decían puesto que comenzaban a ponerse melosos. Dios... Todo lo que tendré que soportar.

Yurio: Lo que sea... Me voy a mi habitacion...

Entre a la casa y escuche la voz de Yuuri...

Yuuri: Vitoru... no... Aqui esta Yurio...

Que asquerosos.

Rapidamente subi las escaleras y me encerré en la que ahora seria mi habitacion.

Entre y cerré la puerta tras de mi poniéndole seguro.

No quería que nadie entrara y me mirara.

Me recoste en la que ahora seria mi cama y sentí como Potya se subía a la cama.

Sentí como las lagrimas comenzaron a brotar y la abrace pegandola a mi pecho.

Sentí como las lagrimas comenzaron a brotar y la abrace pegandola a mi pecho

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Mi vida había cambiado drásticamente, ya no tenía a mi abuelo. Ahora estaba en otra casa y Viktor y ese puerco ahora eran mis padres.

Seguí llorando en silencio, no puedo permitir que me vean de esta manera.

Al poco tiempo escuche que tocaban mi puerta y limpie mis lagrimas.

Aclare mi garganta intentando hacer que no se notara mi voz llorosa.

Yurio: ¿que?

Demonios... Se oyo entrecortada.

Yuuri: ¿Sucede algo Yurio?

Yurio: Nada... Lárgate puerco... Estoy acomodando mis cosas en el cuarto. No me molestes...

Yuuri: Pero...

Viktor: ¿Sucede algo puerquito?

Maldición... La voz de ese anciano.

Me levante furioso y abrí la puerta enfrentando a ambos.

Yurio: ¿Podrian darme un poco de tranquilidad? Maldita sea... Dejenme tranquilo... Tuve un dia largo y necesito terminar de acomodar para después dormir.

Más que ÁgapeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora