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Yoongi

Aún era muy temprano por la mañana, seguía entre sueños dispuesto a seguir así por mucho tiempo más, me acomodé mejor en aquella cama y al hacerlo logré percibir un extraño aroma exageradamente fuerte.
Traté de pensar que solamente se trataba de mi imaginación para así no preocuparme y volver a dormir, pero cada vez el aroma a fresas me embriaga a más. Estaba seguro que no era producto de mi mente adormilada.

De un sobresalto abrí los ojos de par en par, mirando a todos lados confundido.

Era extraño, como si alguien se hubiera colocado mucho perfume y hubiera impregnado la habitación de ese olor.

Por más raro que parezca, a pesar de ser antes de las 8:00 am, al despertar no me sentía malhumorado ni cansado, simplemente estaba tranquilo, como si hubiese dormido veinte horas seguidas.

Un enorme bostezo hizo que me percatara de tener un peso encima mío al no tener la toral libertad de estirarme.
Mi brazo pesaba más de lo normal y lo sentía diferente.

Automáticamente mi mirada se posó en aquella zona para descubrir el porqué de aquella sensación, cuando al girar noté una imagen completamente adorable ante mi.

Jimin durmiendo era una perfecta obra de arte, estaba demasiado en calma, y lo que más me llamaba la atención es que estaba completamente pegado a mi cuello, cual niño pequeño con su peluche favorito.
Supuse entonces que debió de haberse quedado dormido en aquella posición por el miedo que tuvo ayer luego de ver aquellas películas, porque sí, se notaba que no le gustaron en lo absoluto ya que lo asustaron demasiado.

Adorable.

La sensación más parecida a una corriente eléctrica a recorrió todo mi cuerpo al momento de sentir la tibia respiración del menor sobre mi cuello; probó ando inmediatamente que mi piel se erizara.
Una de sus piernas estaba descansando sobre la mía y sus manitos quedaron reposando sobre mi pecho.
Su cabello despeinado caía con suavidad sobre sus ojos mientras que sus labios entreabiertos casi rozaban con la piel de mi cuello, podía sentir cómo se acercaban a mí por cada respiración, cosa que me colocaba algo nervioso.

Tardé dos sólidos minutos en percatarme que el lugar de procedencia de ese aroma tan delicioso era él, porque a pesar de observar todos los puntos de la habitación no existía ningún lugar de donde podría venir ese aroma más que del propio Jimin.

Instintivamente supe que debía de separarme de él, me estaba quedando embobado y si seguía así podría actuar de maneras inadecuadas o hacer estupideces de las que me arrepentiría luego, además del hecho de no querer incomodar al menor ya que este seguía en su quinto sueño.

Traté de moverme lentamente para salir de su agarre pero él gruñía un poco y trataba de aferrarse a mí, volviendo aún más difícil la tarea de salir de la cama sin despertarlo.

Al darme cuenta que de ninguna manera pensaba soltarme, tomé una almohada y suavemente la coloqué en mi lugar para que el menor no se despertara al darse cuenta que se había quedado solo en la cama; el plan funcionó y cuando salí de la cama para luego volver mi vista a él y asegurarme que todo seguía en orden, él abrazaba la almohada con una pierna sobre ella tal como a mí hace unos momentos

El aroma se hacía más potente, tanto que sentía que tenía que salir de aquella habitación lo más pronto posible para que mi alfa no me controle e hiciera algo indebido.
Sin detenerme a pensarlo mucho, salí de ahí a paso veloz, para luego aspirar el aire fresco de la naturaleza.

Learning To Love Myself [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora