Capítulo 12

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- Llegas tarde - dijo apenas abrió la puerta.

Como me había advertido, estaba en piyama.

Llevaba unos shorts negros que apenas se veían porque la remera azul que tenía puesta le llegaba casi hasta los muslos. Becca solamente dormía de dos formas: o con la remera más larga y ancha que puedas imaginarte, o bueno... sin nada.

- Sí, pero mira que te he traído - alcé la pizza y las cervezas para ablandar su corazón de borracha y que me dejase pasar.

- Bueno - dijo alzando una ceja - tendré que dejarte entrar.

Ingresamos a su apartamento y todo estaba como la última vez que había estado aquí.

Ninguno de los dos dijo nada, pero allí, en su sala de estar, era el sitio donde habíamos roto hace aproximadamente seis meses.


Llevábamos como ocho meses de noviazgo para ese punto. 

Desde el primer día en que la conocí, cuando llevábamos hablando tan solo una hora la llamé Rebeca y me respondió con toda la confianza del mundo "vuélveme a llamar Rebeca y te corto la yugular" . Ahí entendí que no le gustaba que la llamasen por su nombre completo. Y también aprendí que tenía el mismo humor de mierda que yo, y que era quizás aún más sarcástica que yo.

Desde que la conocí en aquel bar habíamos tenido una conexión casi instantánea. Becca era amiga de un amigo mío de la oficina y por eso nos habíamos sentado todos a beber en la misma mesa. 

Era de las personas más guapas que yo había visto en mi vida, de verdad. Recuerdo pensar en ese momento que era perfecta de donde se la mirase. La verdad es que tiene un pelazo oscuro y unos ojos claros que desmayarían a cualquiera... y bueno, claro que con la segunda cabeza que tengo también pensé que tenía un cuerpazo y un culo de puta madre.

La verdad es que era perfecta de donde se la mirese, arreglada en un bar y apenas despertaba por la mañana.

En fin, todo comenzó como una amistad, más que nada. Ella me pidió mi número esa misma noche porque le dije que había encontrado el link en internet para ver gratis Game of thrones y quería que se lo pasase.

Desde esa noche jamás dejamos de hablar. Comentábamos la serie, ella me recomendaba otras, yo le enviaba memes graciosos que veía en twitter porque ella era la única que los entendía y se reía conmigo.

Como eramos tan amigos, una noche le conté toda la historia con Mackenzie, y ella me escuchó paciente. Por ese motivo es que estaba al tanto de todo, y se interesaba mucho por mi vida, nunca me hacía sentir que la aburría o que la molestaba cuando necesitaba desahogarme.

Para cuando nos conocimos, ella había cortado una relación hacía muy poco y no había terminado muy bien. El tipo era un imbécil y ella no era el tipo de persona que aguantaba la mierda de los demás, y por eso lo dejó rápidamente.

El hecho de que ambos veníamos de malas experiencias en esto de las relaciones ralentizó un poco las cosas. Claro, ambos teníamos miedo de dar el primer paso. Tampoco era como si quisiéramos joder la relación de amistad que teníamos y que no volviese a ser lo mismo.

Pero un día me dije a mi mismo: Connor, no puedes ser un idiota toda tu vida. Tendrás que jugártela.

Básicamente ocurrió que salimos a un bar de estos en que la gente se emborracha y también baila, sólo ella y yo. Era una salidas en plan amiguis pero yo esperaba hacer mi movimiento esa noche.

Una vez que estábamos en el bar, bebimos, bailamos, bebimos, casi vomitamos en el baño, bailamos, y así, hasta que conocimos dos chicos que eran pareja y nos quedamos hablando un bueeen rato.


- ¿Y ustedes? - preguntó uno de ellos, el cual claramente no recuerdo el nombre - ¿son pareja?

En ese momento recuerdo casi cagarme encima e iba a ponerme a explicar que no, que sólo eramos amigos, pero Becca fue más rápida que yo.

- Síp - rió - le ha costado conquistarme pero, aquí estamos. Hace un tiempo ya.

- ¡Que lindos! - medio gritó de felicidad el otro de los chicos - Hacen una pareja espectacular.

Becca en ese momento me miró sonriendo. Sabía que estaba bromeando, siempre hacía lo mismo. Pero en ese momento, gracias al alcohol o a lo que fuese, me incliné hacía ella y la besé.

Cuando nos separamos, la pareja de chicos frente a nosotros estaba sonriendo, pero Becca estaba como sorprendida, observándome.

Las cosas se pusieron, al menos para mi, un poco extrañas desde ese momento. Pero Becca siguió la noche como si nada. 

Hasta que salimos de aquel bar.

- ¿Quieres... quieres que tomemos el taxi juntos? - le pregunté mientras caminábamos - podemos pasar por tu casa y luego yo voy hacia la mía.

- ¿No vas a quedarte a dormir? - me soltó - que mal novio, pensaba que teníamos más confianza.

Yo comencé a reír nervioso como un idiota. El efecto del alcohol ya se nos estaba pasando a ambos y sabía que ella era consiente de lo que decía.

-Déjame ver, hemos durado... - bromeé mientras observaba la hora en mi teléfono - dos horas de novios. Nos ha ido bastante bien, ¿eh?

- ¿Y ha sido sólo por eso? - preguntó, mientras caminábamos por las calles desiertas en busca de un taxi - ¿me has besado por bromear? 

- Bueno, yo... - otra vez estaba cagándome prácticamente en las patas.

- Mira, Connor, me gustas, ¿si? - dijo parándose de lleno frente a mi - y... y me gustas desde hace un tiempo, ya. Bastante, la verdad. Me gusta pasar el tiempo contigo y me gusta hablarte y que me hables y... y no lo se, sé que somos amigos y que no quieres arruinar eso y que ambos tenemos nuestros temas pasados pero... no lo se, eso, que me gustas. Y ya está.

- ¿Y ya está?-  pregunté riéndome.

- No seas un imbécil - respondió.

Me quedé observándola unos segundos que parecieron horas. Sabía que estaba esperando una respuesta, y los ojos le brillaban más que nunca. Era tan guapa.

- Connor, mira yo voy a entender si tu no...

Antes de que ella terminara la frase, o yo me acobardara, tomé el impulso por segunda vez en la noche y la besé.

La besé, en aquella calle desolada a las 5 de la madrugada y ella me correspondió el beso.

Y el resto, bueno... el resto es historia.


- ¡Connor! - medio gritó Becca, haciéndome volver a la realidad - ¿Estás ahí? - rió.

Me había quedado tan inmerso en recordar aquella noche que no me había percatado en que ella había abierto la pizza y las cervezas y me estaba esperando en el sofá.

- Si -reí mientras agitaba la cabeza para despejarla - lo siento, me he tildado.

- Me he dado cuenta - respondió mientras tomaba la primer porción de su pizza favorita.

Me senté en el sofá junto a ella y bebí un sorbo de mi cerveza.

- Bueno, cariño - dijo mirándome - suéltalo todo.









The boy knows something 2 (TBKS #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora