The boy knows something 2 (TBKS #2)

Capítulo 14

Nos acomodamos hasta que ella quedó por encima de mi, y seguimos besándonos.

Becca tenía una de sus manos en mi rostro y otra apoyada sobre mi pecho.

Las mías estaban en su cintura, y poco a poco fui aumentando la fuerza del agarre.

Sabía que una de las cosas que más le ponían era que la agarrase con fuerza.

Bajé las manos poco a poco hasta llegar a su trasero, y luego de unos instantes comencé a tirar hacia arriba, para ayudarle a quitarse la blusa.

Becca cortó el beso unos instantes para erguir el cuerpo y quitarse por completo lo que le cubría la parte de arriba. 

Estaba sentada sobre mis caderas, con una pierna de cada lado.

Extrañaba muchísimo verla así, sobre mi, y mi entrepierna ya lo sabía y lo estaba haciendo notar también. 

Me incorporé para meter uno de sus pechos en mi boca y mientras tanto trabajar con la mano en el otro.

Ahora sólo le quedaba el diminuto short negro que quería quitarle lo más rápido posible.

- Oye - dijo, y su voz ya se notaba bastante agitada - ¿como es que yo tengo tan poca ropa puesta y tu no?

Sonreí sabiendo que quería que me quitase la ropa yo también y eso hice. O al menos me quité la remera, porque los pantalones de momento no podía.

- Así me gusta mas - dijo mientras comenzaba a darme besos en el cuello.

Sabía que cuando comenzaba a darme besos en el cuello, luego le gustaba ir bajando hasta llegar a mi amiguito... y pensar en eso, si soy sincero, me enloquecía bastante.

Comenzó a bajar sus besos por mis pectorales y sus manos ya estaban tirando lentamente del elástico de mis pantalones.

- U-uf Becca... mira - dije suspirando, y señalando con la cabeza hacia mi miembro, notando como mi frente ya comenzaba a sudar - ya no... ya no aguanto más.

Ella me miró a los ojos con una sonrisa sexy que ponía siempre que sabía que yo ya no podía soportar más y que necesitaba que comenzara.

Tiró de mis shorts y los bajó y la ayudé al momento de quitármelos, lo mismo con la ropa interior.

Antes de que volviera inclinarse sobre mi, le tome de la cadera y le quité el short diminuto que tenía aún puesto.

Quedó al aire un tanga negro pequeñisimo, de esos que sabía que me volvían loco. Casi maravillado por verle el culo otra vez no pude evitar apretarlo con ambas manos y volver a besarle cualquier rincón de los pechos que encontrara.

- N-no, no - dijo, con la voz ya entrecortada - ahora te toca a ti.

Me apartó hacia atrás con ambas manos y volvió a inclinarse sobre mis caderas, lista para comenzar.

Su culo apuntaba hacia el techo y en esa pequeña prenda de ropa interior era casi una obra de arte digna de admirar.

Tomó mi miembro con la mano derecha y comenzó a lamerlo.

De abajo hacia arriba, una relamida en la punta y luego de abajo hacia arriba otra vez.

Estaba en el puto cielo.

Realmente, en el putisimo cielo.

Tenía la mente completamente en blanco y lo único que podía pensar era en que quería que nunca acabase. 

Becca me miraba a los ojos y podía ver que estaba feliz con mi sufrimiento. Iba lento, luego un poco más rápido y luego disminuía la velocidad otra vez.