VIRUS MORTAL | Los humanos cometen errores, la vida misma está basada en lo que aprendemos de ellos, pero nos reconforta el saber que a la próxima vez lo haremos mejor, pero también hay errores de los cuales aprendes, pero no hay vuelta atrás.
Edwin...
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|| Travis Ross. ||
Rick me había prometido que traería a mis hermanas sanas y salvas, yo le creí y junto a Glenn y 10k me quedé fuera del fraccionamiento esperando a que el hombre llegara con ellas y me devolviera la respiración al cuerpo.
Comienzo a moverme de un lado a otro, mientras Glenn pone gasolina en la caravana y en un auto. Cuando veo cómo 10k corre directo a la horda, y después dentro de la casa, mis nervios aumentan tanto que decido dejar de comerme las uñas y corro detrás de él.
Al entrar a la casa, el humo de los explosivos que usamos para entretener a la horda me pica en los ojos, obligándome a cerrarlos, no encuentro a nadie conocido en el gran salón, solo rostros muertos que quieren comer carne viva.
Subo a la segunda planta, abro abruptamente todas las puertas que existen, cuando estoy por largarme, abro una última, dentro de esta, la iluminación es escasa, pero puedo identificar claramente cómo las dos sombras dentro de esta son Avery y Carl.
Al adentrarme más, noto cómo mi hermana no tiene nada que la cubra en la parte de arriba de su cuerpo, Carl, mientras la besa, toquetea sus pechos con desesperación.
― ¿Qué sucede aquí? ― hablo enojado, encendiendo las luces.
― ¡Travis! ― dice mi hermana mientras se aleja del hijo del sheriff y comienza a cubrirse sus pechos. Carl sólo se limita a ponerse más rojo que un tomate, evitar mi mirada y subirse sus pantalones.
― No es... no es lo que piensas, lo que... no es lo que... ― el chico solo baja la mirada y respira con dificultad.
― Vístanse, nos ataca una horda ― digo para salir y esperarlos fuera de la habitación, desde la segunda planta puedo dispararle a un par que pasa por el gran salón.
― ¿Ya podemos irnos, o prefieren darse un par de besos más? ― les digo cuando me alcanzan.
Ellos no dicen nada, yo aun con la pistola en mis manos bajo con cuidado a la primera planta, les indico en silencio a los chicos que salgan, ellos me hacen caso, aun parecen avergonzados, no se tocan, están separados y evitan mirarse y mirarme a toda costa, por mi está mejor.
Quito el seguro de la granada que Rick me había dado, la lanzo al inicio de un pasillo alejado, donde veo que se encuentra un grupo grande de caminantes intentando pasar, corro hacia fuera de la casa, a la caravana.
Al intentar subir, Carl sale corriendo de esta, Rick y Lori le gritan que vuelva, yo sigo en el intento de recuperarme, hasta que el grito de Carl me hace girar la cabeza hacia su dirección.
