VIRUS MORTAL | Los humanos cometen errores, la vida misma está basada en lo que aprendemos de ellos, pero nos reconforta el saber que a la próxima vez lo haremos mejor, pero también hay errores de los cuales aprendes, pero no hay vuelta atrás.
Edwin...
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|| Carl Grimes ||
Vuelvo a tratar de acomodarme en la cama, no puedo dormir, pensaba que esta comunidad nos podría dar una vida, no imaginé que nada más llegando quisiera irnos. Que en la primera hora ya trataran de herir a Eva me confirma que no es un buen lugar para vivir.
Me encuentro en mi habitación, papá trata de calmar a Glenn y con los demás hacer un plan para salvar a la hermana de Glenn. Trato de conciliar el sueño, pero me es imposible, no dejo de pensar en mi equivocación, yo de verdad quería tener un lugar para comenzar a hacer nuestra vida, no quería seguir escapando.
Mi mamá estaría tan triste de no poder aprovechar este lugar. Estoy tan metido en mis pensamientos, que no me doy cuenta de que alguien entra a mi habitación, no hasta que un cuerpo se recuesta sobre mí.
La oscuridad no ayuda mucho, solo siento como la persona, que identifico como mujer por su cabello, me baja con una facilidad extrema los pantalones, trato de protestar, pero ella ya me está besando.
Siento como baja su mano por mi abdomen, trato de alejarla, pero cuando me toca un escalofrío me recorre la columna.
Sus besos húmedos se van moviendo de apoco por mi rostro, de un momento a otro siento como el camisón y mi camisa se quitan del camino, mi cuerpo cada vez se encuentra más caliente, comienzo a sudar, pero eso no me impide besar sus pechos, con la boca succiono uno y con la mano aprieto el otro.
Después de unos segundos, ella parece hartarse, gruñe mientras me toma bruscamente por los hombros y hace que me recueste con violencia de nuevo en la cama.
― ¿Qué...? ― no me deja terminar porque ya está atacando mi boca de nuevo, me es imposible abrir los ojos, me siento tan cómodo. Sus besos pasan por mi cuello, por el pecho y abdomen, solo soy capaz de tomar con fuerza su cabello, me da un par de besos más en mi zona, a esta altura solo tengo los ojos cerrados y la guio con un fuerte estirón del cuero cabelludo.
Su mano baja y sube por mi miembro, mientras sigue dando besos húmedos, cuando siento un aire frío en mi pene de inmediato me pongo alerta, trato de levantarme, pero el que lo meta en su boca hace que me recueste de nuevo.
Mis gemidos son como suspiros altos, ella tiene aún una mano en mi miembro, pero ahora sus besos suben, me abraza por los hombros y cuando ya puedo levantarme, ella me abraza y sola hace que le introduzca mi pene en ella.
Es ahí cuento mis gemidos ya son altos, ella parece no disfrutar, pero en ese momento no puedo pensar en nada más, el ambiente dentro del cuarto se siente cada vez más abrasador, ella se mueve arriba y abajo, yo solo puedo acariciar y besar sus pechos.
