― 27. Valiente.

255 32 50
                                    

『CAPITULO 27』

━━━━━━━━━━━━━
V a l i e n t e
━━━━━━━━━━━━━

━━━━━━━━━━━━━↻ V a l i e n t e━━━━━━━━━━━━━

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

||Carl Grimes||

Después de que Sophia cayó al suelo, bien, el cuerpo del caminante que alguna vez fue Sophia, mi corazón siente una constante comprensión, mi mente solo lanza una frase 'que en paz descanse nuestra juventud'; el hecho de que Eva no estuviera con ella, ahí dentro solo me deja con miles de preguntan en la cabeza.

¿Dónde está? ¿se encuentra bien? ¿con hambre? ¿con frío? O al menos... ¿a salvo?... Recuerdo cómo a ella no le gusta estar sola, y... es jodido estar solo cuando se odia estarlo, la gran parte de mi mente y cuerpo -junto con todos los integrantes del grupo- afirman con ahínco que ella es ahora un caminante más, que vaga por el angosto bosque en busca de carne fresca qué comer, que ya no siente dolor ni remordimientos, que ahora ella... murió.

Otra parte de mí, muy pequeña, se obliga a creer que ella sigue con vida, no muy lejos de aquí, esperando ser rescatada, esperando volver al calor de un grupo que la quiere. Al calor de mis brazos.

Una lágrima solitaria baja cautelosamente por mi mejilla derecha, mientras yo observo un punto muerto en la pared de una de las habitaciones de la casa Greene.

Según Maggie, yo aún no me encuentro en condiciones de mantenerme de pie. No sé si ella se preocupa realmente por mí, o sólo quiere mantener su mente despejada de lo ocurrido el día de ayer.

Shane, vuelto loco, tomó un hacha, una pistola y con enojo y desesperación abrió el granero Greene abruptamente frente a las miradas confundidas y asustadas de todos los presentes. Todo, para darnos a conocer que, en el interior del granero, existían varios caminantes, ocultos ahí porque a Hershel, le parecían más "enfermos" que "comedores de carne viva".

Por lo visto ayer, el hombre realmente creía que habría una cura para la epidemia, y le costó mucho asimilar que nosotros, unos intrusos en sus tierras, matáramos a sus "enfermos", ya que, en la mañana de hoy, el hombre canoso no apareció en ningún lado de los alrededores Greene.

― Papá ha tenido que ir a buscarlo al pueblo más cercano.

― Papá solía ir a beber a un pueblo cerca cuando algo no cuadraba en su perfecto mundo ―eso había dicho la mayor de los Greene.

Yo, cansado de estar solo sentado en la cama, completamente inservible, decido levantarme, aún con las advertencias constantes de Maggie en mi cabeza sobre que mi herida podría volver a abrirse.

No me gusta pensar que todos están afuera haciendo algo para ayudar a los Greene y yo me encuentro calentando las mantas.

Cuando salgo, lo primero que se interpone en mi campo de visión es la autocaravana, y recuerdos vuelven a mi mente como ráfagas de viento.

Virus Mortal ►Carl GrimesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora