⚡Será nuestro secreto 🌊 || Tanjirou Kamado × Zenitsu Agatsuma

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Más como todo lo bueno duraba poco, ambos se separaron a falta de aire y al cabo de unos segundos pudieron escuchar una voz familiar.

— ¡Salgan pronto, la cena ya está lista!— De Aoi se trataba.

Zenitsu suspiró, se separó de Tanjirou y empezó a fregar su cuerpo para acabar su baño. Tanjirou estaba allí, observandole mientras hacía lo mismo y pudo notar la decepción en el rubio. Ambos salieron del agua y mientras el rubio secaba su cabello pudo sentir unos brazos rodearle.

— No te preocupes, tenemos el resto de la noche para nosotros.— Pronunció el de burdeos en un tono juguetón en particular que hizo sonrojar al mayor, el cual asintió casi de inmediato.

Tanjirou le dedicó una amable sonrisa y le dió un beso en la espalda, era una sensación tersa ante el contacto de sus labios con la piel ajena y le gustaba. Le gustaba el rubio completamente más no sabía cómo continuar aquello que había dejado "a medias" con el mayor.

¿Qué podría hacer para satisfacer a Zenitsu con algo más que caricias? No comprendía bien ese punto y no era como si el de burdeos fuese un experto en el tema.

◍✧*。

Luego de la cena estaba allí, sentado en su futón mientras su compañero ya estaba acostado en el correspondiente. Se la pasaba pensando mientras la mirada ámbar de Zenitsu estaba observandole atentamente.

¿Cómo podría satisfacer a otro chico? ¿Qué tal lamidas en vez de caricias? Oh, algunos besos en ciertas zonas no le vendrían mal...— Pensaba Kamado.

El rubio se había quedado allí expectante y estaba a punto de decirle a Tanjirou que ya debía dormir pero siquiera abrió la boca cuando el cuerpo del menor ya estaba sobre él. Sorprendido, tragó saliva y se sintió apresado, apenado y quién sabe que otras cosas más. Pudo jurar haber escuchado una melodía distinta proveniente del pecho de Tanjirou y dudoso, empezó a prestarle atención.

La melodía era algo... ¿Juguetona? ¿Lujuriosa? ¿Lasciva? No tenía idea pero juraría que alguna de esas tres cosas se trataba y la mirada del de burdeos lo delataba. Estaba sonrojado, mirando atentamente al rubio debajo de sí mientras algunas gotitas de sudor aparecían en su rostro. Tanjirou realmente quería llegar más allá con Zenitsu, quería complacerle y saciar hasta el más mínimo deseo lujurioso del rubio.

Estaba plenamente seguro y lo haría esa misma noche.