Inosuke se encontraba atónito ante el repentino actuar del mayor. No comprendía las acciones del contrario pero le desagradaba las palabras que le habían sido dichas. Frunciendo su ceño nuevamente, intentó apartar al más alto pero fué en vano. Su cuerpo hacía presión contra el suyo, lo cual le dejaba sin escapatoria aparentemente.— ¿Y qué con eso? — Pronunció airado enarcando un poco una de sus cejas. — Nadie te obligó a hacerlo.
Ante aquellas palabras, Giyū parecía no encontrar que responder. El menor tenía razón, pero eso no quería decir que iba a rendirse solo por la terquedad del muchacho, en lugar de eso le motivaba a hacerle cambiar aunque sea un poco.
— Es cierto, nadie me obligó... — Pronunció el de ojos zafiro mostrándose más sereno. — Lo hago porque en verdad necesitas aprender muchas cosas, por ejemplo, a frenan esa boca tuya.
El mayor había dirigido una de sus manos al rostro del contrario, haciendo presión en sus mejillas con solo sus dedos, haciendo que su boca cerrara y sobresaliera junto a sus mejillas. El ojiesmeralda empezaba a molestarse y demasiado, para cuando intentó empujar al más alto, notó la cercanía del mismo a su propio rostro y no hizo más que quedarse quieto.
— ¿Qué demonios le ocurre? — Pensó extrañado.
Recordó aquel contacto que habían tenido la última vez. La cercanía de sus rostros, sus labios juntandose y sentimientos que recorrían su cuerpo haciéndole sentir como si mariposas estuviesen dentro de su estómago. Con solo recordar todo aquello, aquel sentir volvió a su cuerpo. Sus mejillas empezaron a arder, tomando un tono carmín que delataba la vergüenza que empezaba a apoderarse de sí. Giyū notó aquello y una ligera sonrisa apareció en su rostro, empezando a apoderarse de él el deseo de posar sus labios sobre los ajenos.
Inosuke no encontraba qué hacer, intentó pensar en alguna manera que le asegurara escapatoria más lo único que hizo fué soltar un leve suspiro. Cerró sus ojos y esperó a que el mayor hiciese algo. Al notar esto, Giyū empezó a liberar el rostro del menor y se acercó a él para depositar un suave beso.
El azabache menor sintió aquel contacto y se dejó llevar. El mayor empezó a liberar el cuerpo ajeno, liberando primeramente sus muñecas, las cuales Inosuke dirigió al cuello del ojizafiro, rodeando sus brazos en este. Con los ojos entrecerrados, ambas miradas hacían contacto entre sí, lo que provocaba nerviosismo dentro del muchacho de ojos esmeralda. Giyū se separó lentamente para ver cada facción del chico, cada expresión que hacía y más.
Por alguna extraña razón, Inosuke quería más de aquel contacto. Le hacía sentir de una manera que solo el mayor le provocaba. Sus mejillas ardían y estaban enrojecidas, estaba apenado pues quería seguir con alquel contacto pero su orgullo no le permitiría decirlo.
Giyū notó un tanto extraño al menor, luego de aquel corto beso el chico había enmudecido y estaba quieto, no habían reproches o discusiones de por medio, por lo que al notar el sonrojo en el rostro del menor, su sentido común se fué al carajo. Quería tocar aquel cuerpo debajo suyo, quería rozar cada centímetro de piel del muchacho y quería poseerlo.
Pasó saliva por su garganta y relamió un poco sus labios apartando la mirada mientras cubría su boca con su mano. Intentó acomodarse, logrando que una de sus rodillas quedase en la entrepierna ajena, la cual empezó a rozar sin intención. El ojizafiro abrió sus ojos en demasía al sentir el miembro duro del menor, aquello le estaba tomando por sorpresa pero dedujo que había sido su culpa. Giyū le había provocado tal cosa por lo que ahora tendría que hacerse cargo.
— Estás... duro, Inosuke. — Pronunció por lo bajo, con una voz serena.
El contrario no hacía más que desviar la mirada mientras fruncía su ceño. No entendía muy bien lo que estaba pasando pero se sentía completamente extraño. Aprovechándose de la situación, el mayor empezó a mover su pierna con intenciones de rozar el miembro del menor, a lo cual el susodicho soltó un ligero jadeo. Empezaba a excitarse más no comprendía por qué su cuerpo estaba reaccionando de esa manera. Aquella nueva sensación empezaba a apoderarse de su cuerpo, no le desagradaba más sin embargo le hacía sentir como un completo extraño.
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⚡Será nuestro secreto 🌊 || Tanjirou Kamado × Zenitsu Agatsuma
Fiksi PenggemarEDITANDO‼️ Kamado Tanjiro y Agatsuma Zenitsu están a la labor de exterminar demonios. Con cada misión, regresan con vida, aunque con una que otra herida. Lo que nadie sabe es que cuando tienen que ir solos y terminan rápido con la exterminación, cos...