Un confundido Tanjirou observaba cada facción del rubio. Estaba a punto de preguntar si le ocurría algo malo pero obtuvo la respuesta sin siquiera articular palabra.— Nos iremos pronto, ¿V-verdad?— Dijo Zenitsu entrecortado.
— ¿Oh? Sí, así es...
Más no lo comprendía. Eso no respondía del todo a la pregunta que tenía en mente más recordó que en primer lugar él era el que quería estar en un lugar como este y hacer esas cosas, ¿Ahora quería irse lo más pronto?
Su mente no lo terminaba de procesar, no le entendía. Al parecer el rubio tenía un gusto por complicarse y complicarle la vida.
Sonrió y se olvidó de las cosas que tenía en mente al acercarse a su chico.
— Oye, viéndote detalladamente, eres muy lindo cuando estás recién despierto.— Tanjirou tenía las mejillas coloradas y los ojos entrecerrados.
Demonios, él también luce lindo.— Pensó el rubio, más un ardor en su rostro se hizo presente acompañado del rápido latir de su corazón.
Tratando de disimular y sin dar respuesta al halago más que en su mente, volvió a tomar té, casi atragantándose del mismo. El de burdeos le miraba un tanto confundido más no sabía qué más hacer para comprender bien al mayor.
Los minutos habían pasado velozmente y ellos ya se encontraban de camino a la finca Kocho. El trayecto era pacífico y de vez en cuando intercambiaban miradas, se tocaban disimuladamente las manos y otras zonas hasta que al salir de la civilización y llegar al bosque, empezaron a darse más cariñitos.
Por otra parte, ambos azabaches habían llegado a la residencia del mayor. El menor, Inosuke, observaba todo con detenimiento. Se había quitado su máscara para ello y siguió caminando tras el mayor, quién le guiaba a través de aquella gran casa.
—... Y es aquí mi habitación.— Aquella tranquila y profunda voz seguido por el sonido de la puerta deslizándose le había sacado de sus pensamientos. El de ojos jade se había distraído viendo los adentros de aquella casa y cuando miró al mayor, su rostro empezó a sudar de los nervios.
Tomioka le miró un tanto confundido, con el seño fruncido y hasta recién notando que el menor era más bajo que él de lo que pensaba... Además de que tenía unos preciosos rasgos agraciados, que sí bien ignorara su cuerpo esculturado, podría jurar estar viendo a una chica.
Tragó saliva y desvío la mirada. ¿Qué era eso? ¿Por qué repentinamente se sentía de esa manera? Se suponía que le mostraría a Inosuke el lugar donde ambos podrían descansar, no esto de estar pensando en él y en cada detalle de su rostro.
Le dió la espalda y simplemente se adentró en aquella amplia habitación. Tenía muchas excusas para decir por si Inosuke preguntaba sobre el hecho de dormir juntos, pero al notar que el menor solo estaba callado supo que no era necesario hablar de más.
— ... Te traeré un futón.— Sintió como su garganta casi le hacía una mala jugada, pues estuvo a punto de tartamudear.
El menor, por su parte, seguía asombrado. Se sentó en el piso a esperar al mayor y sintió sus entrañas revolverse debido al hambre. Pensó que Tomioka ya había tardado un poco, era eso o que él no tenía noción del tiempo y era muy impaciente.
Pasados los minutos, el de ojos náuticos entró por la puerta con el futón en sus manos y con un plato lleno de onigiris en él. Los ojos del menor se iluminaron y el mayor sonrió levemente.
Los minutos parecían pasar lentamente para Tomioka quien únicamente se dedicaba a ver cómo el chico comía. Cierto era que carecía de modales pero era una completa belleza.
Oh, demonios, ¿En qué había estado pensando?— Dijo en su propia mente.
Se sentía inquieto al ver como los labios del chico se movían mientras comía. Era interesante ver ese color casi carmesí en sus labios, nunca lo había notado pero los labios de Inosuke parecían estar colorados con maquillaje, más no lo era. Era así debido a la blanquecina tonalidad en su piel, de eso podría estar seguro, más no podía creer que hace unas horas había probado el sabor de esos labios color rosa.
Como pétalos de rosas... Así ha sido tocar tus labios con los míos. ¿Por qué he hecho eso? ¿En qué mierda estaba pensando cuando lo hice?— Decía en mente.
Más no se arrepentía de ello. Era algo nuevo y le gustaba...
Le gustaba en demasía. Tanto que en cualquier momento podría perder el control al verse tentado de avalanzarse a él y degustar de aquellos labios nuevamente, añadiendo el hecho de que se encontraba a solas con el menor.
Sacudió su cabeza, cerró sus ojos y suspiró.
¿Por qué pensaba en eso si tenía a Shinobu? No lo comprendía, más tenía miedo de que su hombría se viese echada al carajo ante el deseo de tener apresado aquel rostro contra el suyo, probando lenta y sutilmente del sabor de los labios ajenos.
En este punto Giyuu empezó a preocuparse. ¿Había dejado de lado su gusto por las chicas? O acaso... ¿Su gusto por las chicas seguía allí, pero esta vez era tal que se sentía atraído incluso por un chico con rostro de chica?... ¿Era eso lo que pasaba?
Se sentía confundido, su rostro entero ardía. ¿Qué debería hacer?
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⚡Será nuestro secreto 🌊 || Tanjirou Kamado × Zenitsu Agatsuma
Fiksi PenggemarEDITANDO‼️ Kamado Tanjiro y Agatsuma Zenitsu están a la labor de exterminar demonios. Con cada misión, regresan con vida, aunque con una que otra herida. Lo que nadie sabe es que cuando tienen que ir solos y terminan rápido con la exterminación, cos...