⚡Será nuestro secreto 🌊 || Tanjirou Kamado × Zenitsu Agatsuma

⚡ 17 🌊

El bullicio de un cuervo despertó a un rubio, quien hasta hace poco disfrutaba de un placentero sueño. Con los ojos entrecerrados y su ceño fruncido se aferraba a la sábana que le cubría, conteniendo su enojo y al escuchar que el cuervo no callaba y que Chúntaro se había unido al bullicio, se puso en pié de inmediato.

— CÁÁÁLLENSEEEEE— Gritó.— ¡¿No pueden dejarme dormir un poco más o qué?!— Y había tomado a ambas aves y estaba a punto de hacerles quién sabe qué cosa para desquitarse hasta que pudo ver como la puerta se abría.

Era Tanjirou, usando un kimono que solían usar para descansar o para luego del baño. Su cabello estaba mojado y dedujo que acababa de irse a dar un baño.

— ¿Eh? ¿Fuiste a bañarte? Pero si ayer en la noche nos dimos un baño...— No obtuvo respuesta en el momento exacto más pudo ver el rostro enojado del menor mientras cerraba la puerta.

— ... Pregúnta quién de ellos me cagó encima.— Su miraba era fulminante a las aves y se acercó a ellos tres.— Sostenlas allí, voy a desplumar al culpable.

Ambas aves empezaron a chillar del miedo, mientras Chúntaro trataba de decir que fué el cuervo, más Tanjirou nunca iba a entenderle y Zenitsu apartó a la pequeña ave para que no saliera lastimada.

Luego de un zafarrancho con las aves, ya ambos estaban vestidos con sus ropas, sentados mientras esperaban sus desayunos. Les acompañaba Inosuke, quien ya estaba hartandose de la espera hasta que pudieron ver a Nezuko con una bandeja y el olor a comida invadió sus narices.

Tanjirou sonrió al ver a su hermana nuevamente, se encontraba en pié luego de uno de sus largos sueños de descanso y al ella dejar la bandeja cerca, se sentó frente a ellos y les dió un plato correspondiente a cada uno. El Kamado mayor estaba feliz, agradeció y acarició la cabeza de la chica. Inosuke comía rápidamente y Zenitsu se sintió un poco celoso mientras se llevaba un bocado, mirándolos por el rabillo de su ojo izquierdo.

¿Qué iba a hacer? Nada, no podía hacer nada. Tanjirou amaba a su hermana y haría lo que fuera por volverla humana de nuevo, bien sabía que no descansaría hasta poder lograrlo, ¿Y quién era él? Simplemente su compañero, su amigo...

Zenitsu dejó de comer justo cuando estaba pensando en ello. No lo había visto de esa forma pero a pesar de todo lo que había pasado entre él y el de ojos carmines, aún no habían dejado en claro qué tipo de relación tenían ahora.