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A d v e r t e n c i a

Sí, una advertencia muy sonsa que muchos ignoran para irse directo a leer el salseo xdxd

Este capítulo contiene alto contenido sexual explícito, de esos en los cuales el autor se pone a escribirlos con canciones de The Wekend sonando de fondo. Si no te gusta este tipo de contenido puedes evitar este capítulo pero como sabemos que no es así, ponte cómodo y disfruta leyendo esto. Se recomienda discreción.

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Zenitsu encontró el valor para pronunciar las palabras adecuadas que Tanjirou quería escuchar. El mayor dirigió sus manos hasta los hombros del contrario y sin despegarle la mirada, muy sonrojado, se dispuso a hablar.

- Sí quiero...- La mirada de Tanjirou parecía decir "¿Eh, qué cosa?" por la manera en la que el de burdeos alzaba sus cejas. El rubio se relamió los labios y apretando sus hombros decidió seguir.- Si quiero hacerlo.

En el rostro del menor se dibujó una sonrisa que pudo haber matado de amor a Zenitsu, claro, si eso fuera posible. Se aproximó más al mayor y empezó a besarle de manera suave, luego poco a poco subiendo de tono.

Movió su pierna y su rodilla sintió como la entrepierna de quien yacía bajo suyo ya se encontraba dura. Al separarse del beso y tomar aire dirigió su vista hacia la parte baja del rubio quien apenado presenció cómo el menor dirigía sus manos y rostro hasta allí. La tela de la ropa interior que le cubría le fué deapojada, dejándole así a la merced de las manos ajenas, pronto siendo sustituidas por la boca del menor.

Soltó un gemido lleno de placer al momento que tomaba el cabello de Tanjirou y tiraba un poco de el mismo, indicándole que eso se sentía bien. El de burdeos sacó aquel falo de su boca un momento y lo tomó con su mano derecha, empezando a estimularlo con velocidad mientras observaba como el rubio jadeaba mientras apretaba sus párpados. Pronto se detuvo y acercó su boca para empezar a lamerle como si de un delicioso manjar de tratase, dicho acto haciendo enloquecer al mayor hasta que no pudo más y se vino en él.

Con el rostro cubierto por aquella sustancia blanquecina, Tanjirou se encontraba sorprendido por lo precoz que había sido. ¿Tanto tiempo llevaba sin hacerlo? ¿Cuánto llevaba conteniendose?

Más cierto era que habían pasado varios días desde la última vez que habían hecho cosas como esta, lo que le daba ventaja al menor y sonrió, llevando sus dedos a su rostro para quitar algo de aquel líquido y llevarlo a su boca. Zenitsu, algo desorientado, pudo observar como el de burdeos lamía aquello como si fuera lo más dulce y delicioso del mundo, provocando un ardor intenso en sus mejillas.

Dirigió sus manos hasta el menor y le limpió lo que faltaba con ayuda también de la tela de su kimono. Pronto el menor se había despojado de sus propias ropas y se encontraba besando de manera deseosa a los labios del mayor. No podría seguir conteniendose, por lo que al separarse del beso, hábilmente separó las piernas del rubio y acercó su miembro erecto hacia el trasero del mismo.

- ¡Espera!- Zenitsu le detuvo y empezó a separarse un poco de él.- D-Dolerá mucho si no usas lo que te dió Kocho.

- Oh, cierto...- Se puso en pié y fué en busca de la bolsita.- Disculpa, mi error.- Al encontrala tomó una tirita y empezó a lamerla, siendo una escena bastante provocadora ante los ojos del mayor.

¿Cómo este chico que había cautivado su corazón podía ser tan amable y tan sexy a la vez? No lo comprendía bien.

Tanjirou tomó la tirita húmeda y la colocó en su miembro, empezando a frotarla y se acercó al mayor y le colocó en la misma posición que tenían antes. Retiró la tirita al sentir que su miembro estaba lo suficientemente húmedo y lubricado como para adentrarse sin problema en la entrada del rubio.

Ambos ya estaban lo suficientemente excitados y ansiosos como para seguir conteniéndose, por lo que de un momento a otro Tanjirou entró en el rubio, sintiendo como el mismo le tomaba por los hombros y los apretaba, clavando así sus uñas. No se movió hasta obtener la aprobación del mayor y cuando empezó lentamente, pudo intercambiar miradas con su amado, quien lucía hermoso ante sus ojos como de costumbre, más era distinto. Solo él podía ver cuándo hermoso podía ser de todas las maneras, desde cuando está feliz, enojado o llorando hasta cuando se encuentra desbordando lujuria.

Las embestidas se hicieron presentes con un aumento de velocidad consigo, volviendo loco del placer a Zenitsu. El menor lograba dar en su punto dulce, un lugar adentro de sí que no comprendía cómo podía hacerlo sentir tan bien. Tanjirou posó sus manos en las caderas ajenas y al contacto visual con el rubio, podría jurar ver como ardía la pasión en sus ojos color miel. Eso le había provocado algo en sus adentros por lo que continúo de modo más rápido.

Zenitsu jadeaba y balbuceaba su nombre entre gemidos, pidiéndole más y más duro a lo cual el de burdeos obedeció. Rodeó su espalda y le alzó para así conseguir adentrarse más en él, respondiendo el rubio con aruños en la piel de la espalda ajena. Tanjirou mordió su labio inferior ante aquel placentero dolor y lo excitado que se encontraba al momento de sentir como las caderas del mayor se movían también acoplandose a su movimiento.

Empezaron a sentirse en las nubes, era el climax y estaban alcanzandolo. El menor empezó a jadear y de igual modo el mayor, quién desbordaba saliva por la comisura de sus labios. Tanjirou le miró y era una imágen que quedaría grabada en su mente, le gustaba lo que veía y se acercó para depositarle un beso antes de rendirse y ser quien se corriese primero, seguido Zenitsu. Al separarse del beso no hicieron más que mirarse y sonreír, mientras el mayor había acercado una de sus manos para acariciar el rostro del contrario.

Se amaban mutuamente y una vez más se habían dado una muestra de ello.

Tanjirou salía del rubio, acariciando suavemente el abdomen manchado de semen del contrario mientras sonreía de lado. Zenitsu era un manojo de vergüenza y mordió su labio inferior para evitar así gemir al sentir como el contrario iba dejando su cuerpo más fué en vano gracias a un último toque que el de burdeos le proporcionó.

Se acostó a su par y depósito un beso en su mejilla derecha al momento que se cubrían. Zenitsu decidió voltear su adolorido cuerpo para quedarte cara a cara con el menor, quien empezó a hablar.

- Es la cosa más genial que he podido experimentar desde la primera vez...- Sonrió y acarició la mejilla del rubio.- Solo contigo he conseguido esto y así será por siempre.- Hizo una pequeña pausa para besarle suavemente.- Te amo... Te amo demasiado, Zenitsu.

El corazón del rubio empezó a latir con rapidéz, formándose así una sonrisa en sus rosados labios. Más feliz no podría encontrarse al escuchar cómo aquellas palabras habían sido pronunciadas y decidió grabarlas en su mente.

- Yo te amo más, Tanjirou.- Sintió como los brazos del susodicho le rodeaban en un abrazo.

El silencio se había hecho presente y se fundieron una vez más entre dulces besos mientras Tanjirou acariciaba la espalda de Zenitsu. Se sentían bien aunque cansados más pronto llegó la hora en la que se rindieron y una vez más llegaron juntos a la presencia de Morfeo.

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Me inspiré, perdón.

No sé si pudieron notar que casi y los dejaba sin capítulos pero es que en verdad he perdido la noción de los días a causa del encierro pero bueno, x.

Espero que les haya gustado, ¡Hasta el próximo viernes! (Aunque bueno, ya se me hizo sábado escribiendo, heh)

⚡Será nuestro secreto 🌊 || Tanjirou Kamado × Zenitsu AgatsumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora