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La temperatura subía entre ambos y Zenitsu, con lágrimas en los ojos tuvo que apartarse por la falta de aire, jadeando y Tanjirou también lo hacía un poco.

El rubio lloraba con el rostro rojo, dirigiendo la vista hacia otra parte y el contrario que yacía sobre él no comprendía la causa. Creía que aquello estaba bien, que ambos lo deseaban, pero al ver como el mayor derramaba lágrimas no hizo más que sentirse mal y tratar de acercarse para pedir una disculpa y que todo se arreglara, pero pudo notarlo.

Zenitsu estaba apenado, sentía que su corazón iba a estallar por cuán rápido iba y su cuerpo le hacía una mala jugada. Estaba allí, bajo el chico que le gustaba, con una notoria erección. Al dirigir su vista hacia Kamado mientras sollozaba pudo verle con un amplio sonrojo y sus ojos con una mirada un tanto confundida.

— ¿Qué esperabas?— Habló Zenitsu.— A e-el también le gustas...— Quiso que se lo tragara la tierra por aquello que acababa de decir.

Mientras tanto, Tanjirou se sentía igual. Tomó el rostro del mayor nuevamente y le besó, al separarse un poco tomó la mano derecha del contrario y muy apenado la dirigió a su entrepierna. El rubio se sorprendió ante aquel acto repentino del menor.

— Le gustas a todo mi cuerpo, Zenitsu.— Hizo una mirada que derritió al rubio, mientras fruncía su entrecejo. Estaba decidido, esa noche tenía que deshacerse de todo lo que el rubio había estado causándole sin siquiera tocarlo, más era peor ahora ya que sentía la mano ajena sobre sí.

Empezó a holgar un poco su kimono de pijama y Zenitsu, asustado, vió como el menor desnudaba su torso frente a él, ocasionando que la sangre le subiera a la cabeza y sus hormonas alteradas empeoraran.

⚡Será nuestro secreto 🌊 || Tanjirou Kamado × Zenitsu AgatsumaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora