"Mi bebé vive en tonos azules, ojos azules, jazz y actitud."
1 semana después.
Después de una larga jornada, llegó a casa a desempacar la última caja que quedaba en su departamento. Se acostó sobre el sillón y soltó un suspiro ahogado. Estaba tan cansada física y mentalmente, esta semana había sido difícil, no logró acoplarse, en especial porque extrañaba a su madre, pues durante toda su vida estuvo tan apegada a ella que nunca se imaginó alejarse para cumplir sus sueños. Aquella mujer es la que siempre ha sido la que ha admirado toda su vida. Isis siempre ha deseado ser tan fuerte como ella, tener aquella seguridad que la caracteriza y esa resistencia a los problemas, nadie era como su madre y por eso la amaba demasiado.
Su estómago rugió y se levantó del sillón. Tenía muchas ideas para preparar una deliciosa cena esta noche, pues ya era fin de semana y qué mejor que preparar su platillo favorito. Revisó la estantería y se llevó la sorpresa de que se encontraba vacía. Miro el reloj y marcaban las seis de la tarde, así que aún tenía la posibilidad de hacer las compras para toda la semana. Suspiro ante la falta de energía y se puso su chaqueta negra. Agarro las llaves del departamento y bajo con gran velocidad las escaleras. Caminó unas cuadras por las húmedas calles de Tokio, hasta que llegó a aquel supermercado que la sacaría de problemas. Entró decidida a no perder más tiempo. Se sorprendió de lo estético y cálido que era el lugar. Inglaterra no era nada comparado con esto. Tomó una canastilla y caminó por los pasillos recordando todo aquello que le hacía falta. A lo lejos vio su cereal favorito y corrió alegremente. Sus manos chocaron con otras y observó a aquel viejo hombre con una leve sonrisa apenada. Su pelo era corto, con los primeros signos de canosidad, además lucía una espesa y canosa barba recortada, que lo hacía lucir bastante bien.
—Es tuyo.- lo soltó.
—Gracias.-La joven le devuelve la sonrisa y se lleva la caja de cereal.
El viejo hombre la observa de pies a cabeza. Una extraña sensación se apoderó de su cuerpo y decidió jugar bien sus cartas. Se recostó sobre el suelo y soltó un gran grito llamando la atención de los que se encontraban cerca.
—Oh my God- Isis se giró a donde el grito provenía. Aquel hombre se encontraba en el suelo con una mano en su rodilla. Corrió a donde se encontraba y me agacho para socorrerlo.
—¿Se encuentra bien?¿Quiere que lo ayude en algo?-
—No me siento nada bien- se quejó. —mi hija me va a matar por no llevar las compras de hoy.- trato de levantarse, pero cayó de nuevo al suelo. En sus adentros quería reírse, pero no quería arruinar el plan que armó en tan solo segundos para su nieto que se encontraba deprimido. —¿Podrías ir por alguno de esos carritos donde los viejos como yo pueden sentarse?
La joven corrió desesperadamente a la entrada del supermercado, dejó su ID y manejó aquel carrito hasta llegar a aquel viejo fornido. Lo ayudó a levantarse cuidando que no se lastimara y lo sentó para que pudiera seguir sus compras con más calma. No dejaba de ser tan Ingenua.
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➸Hidden Place •●• Jotaro Kujo
Fiksi Penggemar"... Él es el más bello, el más frágil y aun así fuerte. Un aura oscura y divina. El inventa un encanto que lo vuelve invisible. Se esconde en su cabello, ¿Podre ocultarme ahí también?, buscare consuelo en ese lugar escondido..." ••Los personajes le...