Salazar ¿Slytherin?

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Antes que nada: hola de nuevo, espero esté todo en orden. Y que se estén cuidando mucho.
Debido al tiempo extremadamente libre y a que mi mente no me deja en paz, terminé escribiendo esto. Espero les guste y les distraiga un poco durante éste tiempo.
Por último, no creo que sea algo largo. Disfrutenlo. ^^

Era agosto, había iniciado un nuevo ciclo, algunos de los compañeros que había tenido en el anterior estaban en horarios diferentes, al menos compartía varias clases con una de las chicas con las que mejor me llevaba.
Me acerqué a ella cuando tuve oportunidad.

—Hola ¿cómo has estado?

—Hola. Bien ¿tú cómo estás? ¿Ya estás lista para un nuevo ciclo?

Se veía un poco decaída, pero no me atrevía a ser entrometida y preguntarle qué era lo que le sucedía.

—Estoy bien. Estoy emocionada por éste ciclo

—Sí, yo también

—Al menos estaremos juntas en casi todas las clases

Habíamos caminado un rato, no me había dado cuenta hacia dónde.

—Sí, bueno, tengo algo que hacer, nos vemos

Se alejó y entró al edificio de derecho, me encogí de hombros. Caminando de regreso a mi edificio me encontré a una chica vestida de sastre, con cabello rizado casi rubio, se veía muy formal. Y reí suavemente por el contraste entre ella y yo. Mientras ella vestía de sastre, yo vestía con short, sudadera, aún cuando el medio día estaba cerca, con Vans cuadriculadas y sin calcetines. Sin duda éramos como aceite y agua. Muchas personas parecíamos aceite y agua.

Los días se me fueron pasando entre clases, ir a patinar y dormir. Las últimas dos eran de las cosas que más me gustaba hacer.

Era la tercera semana de clases, tenía hambre y me dirigía afuera de la universidad a comer con dos de mis compañeros. Fue cuando ví a esa chica de derecho abrazando a mi amiga. Sentí una punzada de celos, me reí de mí misma por eso, ni siquiera la conocía, lo único que sabía era que se veía genial con su traje de sastre y que era muy guapa.

Me pregunté si eran pareja o quizás sólo eran amigas y yo sólo exageraba.
Pero no fue la última vez que las ví así. Después era común encontrarlas, las había visto besándose en la mejilla, riendo, caminando juntas, abrazándose. Incluso una vez ví a mi compañera entrar a la universidad con dos vasos, supuse que era café por el tipo de vaso, la seguí con la vista y presencié cuando se lo entregó a la chica de derecho. Sus sonrisas, su manera tan relajada de interactuar, con tanta familiaridad, me provocaba una sensación de envidia, quería algo así.
Las veía tanto, me las encontraba por todos lados que no pude evitar fijarme en las acciones, reacciones, gestos y movimientos de la chica de derecho.

Me molesté conmigo misma cuando caí en la cuenta de que esa chica me gustaba ¿cómo podía gustarme? ¡Ella era la novia de mi amiga!

—¿Oye, te encuentras bien?

Alcé la vista encontrándome con Irene.

—Estoy bien

—¿Segura? Pareces molesta

—Lo estoy

—¿Porqué?

Suspiré tratando de ordenar mis pensamientos.

—Me gusta la novia de una amiga

No tenía problema de hablar de eso con ella, lo sabía, éramos amigas desde el primer año, por algunas clases compartidas.

—¿Tu amiga lo sabe?

—No. Conocí a su novia por casualidad, cuando la ví con ella me sorprendí, no sabía que se conocían y bueno, siempre las he visto juntas

—¿Vienen a ésta universidad?

—Sí

—¿Cuántas amigas tienes, Claudia? Y que sean amigas, no con las que te has besado y no quiero saber qué más

—Eh... ¿Dos?

—Entonces es...

Irene se quedó seria.

—¿Qué pasa?

—¿Lourdes tiene novia?

Parecía confundida.

—Por lo que veo lo oculta muy bien, ni siquiera tú lo sabes

—Creí que Lourdes estaba soltera

Fruncí el entrecejo, ahora parecía triste.

—¿Estás bien? ¿Qué pasa?

—Nada. Nos vemos después

Me quedé pensando que quizás lo que sucedía era que a Irene le gustaba Lourdes. Si no se lo hubiera dicho talvez no se hubiera enterado y no se habría puesto triste.