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Irene

Cuando llegamos a la casa de Emilia, Adrián y Margarita ya estaban allí.

—Llevamos un rato tocando y nadie atiende

Adrián parecía irritado, impaciente quizás.

—Seguro están durmiendo

Respondió Lourdes. Sacó su llave y volvió a entrar a la casa como si fuera la propia.

—Esperen aquí, iré a ver si están en la habitación

Mi novia se fue y me dejó con sus primos.

—¿Entonces ya conociste a nuestra prima?

Esa era Margarita intentando ser amable.

—Sí, justo ayer

—¿Y qué te pareció?

No entendí su pregunta, así que respondí lo que creí que era adecuado.

—Es muy amable y amigable

Ella sonrió y Adrián sólo se la pasaba en su teléfono. Lou no tardó en volver.

—No están

—Nos dice a las cinco, llegamos y no está. Si no fuera nuestra prima yo mejor me iba

—¿A éste qué le pasa?

Le preguntó mi novia a su prima con evidente disgusto.

—Su novia lo mandó al carajo

Margarita también se notaba disgustada y aburrida. Lourdes llamó a Emilia. Un rato después llegaron, Adrián fumaba y Lionetta corrió escaleras arriba con un pañuelo en su rostro, después de ella entró Emilia. Se notaba molesta. No saludó a nadie sólo le dijo a su primo que si iba a fumar que lo hiciera afuera, Adrián se burló de ella, discutieron, por ello y por Lionetta, Adrián reía y Emilia se notaba más molesta. Me sentía avergonzada, quería irme para no causar problemas y eso que no era yo la causante de lo que pasaba.

—Tiene asma

Dijo suave, pero eso no hacía desaparecer su molestia.
El silencio reinó y Adrián por fin salió.

Emilia suspiró mirando escaleras arriba, preocupada. Un rato después volvió Adrián, se disculpó, le preguntaron si la chica era su novia, empezó a tartamudear, estaba por responder cuando la extranjera entró a la sala, nos sonrió, se acercó a Emilia y le dijo algo en el oído.

—Ella es Lionetta D'angelo

Los hermanos se presentaron y después de planear a donde ir terminamos en un bar muy tranquilo, en el área donde no se podía fumar. Mientras nosotros bebíamos, ellas comían, supuse que era por eso del cambio de horario y de que comían cuando tenían hambre, sus bebidas frutales con alcohol me parecían graciosas.

Entre conversaciones terminaron hablando del primer amor de Milo, creí que Lionetta se molestaría, pero ella siempre parecía tan jovial que de inmediato lo descarté.

—¿Cuánto tiempo tienen juntas?

Pregunté, porque se notaba que se llevaban muy bien.

—Pues...

—Casi dos años

Completó Lionetta. Se miraron y se dijeron algo en italiano, yo no entendía nada y dudaba que alguno en la mesa lo hiciera.

—Potremmo suonare assieme. Loro no lo samo, ed e divertente vedesse le loro reazioni

[—Podríamos jugar juntos, ellos no lo saben y es gracioso ver sus reacciones]

Se dieron un corto beso. Brindaron por su relación, pero yo no los veía contentos y no sabía porqué. Cuando estaba en la habitación de Lou me atreví a preguntar.

—¿Porqué no parecen contentos con la novia de tu prima?

Ella terminó de ponerse su pijama. Se sentó a mi lado y suspiró.

—Antes que Milo se fuera a Italia, a ella le gustaba una chica, no eran novias, pero era seguro que pronto lo serían, mis primos la conocieron, les había gustado más que la ex de Milo, pero no sucedió. Y ahora... No es que Lionetta nos desagrade, es sólo que nos gustaba cómo se veían Milo y la otra chica

—¿Qué pasó con esa chica?

—Nada, ahora tiene pareja

—Talvez no estaban destinadas

—Talvez

Ella estaba pensativa, así que le dejé un beso en la mejilla. Me sonrió antes de besar mis labios. Hicimos el amor sin medir el tiempo. Siempre era así.

—Hay que beber más seguido para que salga todo ese fuego que llevas adentro

Besó mi hombro y yo reí.

—Ni hablar de ti

Me giré para verla a los ojos.

—Te amo, Lou

—¿Después del fuego viene el arcoiris del amor?

—No sé cómo conseguiste tener novia

—Talvez fue porque soy un amor

—Jaja claro

—¿No me crees?

—No, parece falso

—Y... ¿Si te digo que la única persona que hace que mi corazón se acelere eres tú? ¿Que te amo de una manera tan intensa, que desearía tenerte así de cerca siempre y que despertar a tu lado sería darle luz a mi día?

Sabía que tenía esa sonrisa tonta en mis labios.

—Vamos a vivir juntas para que tengas esa luz en tu día, siempre

Me miró con atención y sonrió como si se lo pensara.
Ya, eso era algo demasiado serio, pero sin duda lo haría. Sólo había que pensarlo bien y decidirlo.

Ahora sí, hasta la próxima semana. Voten, comenten.
Y cuidence siempre

Salazar ¿Slytherin?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora