100 ways + kim tae hyung

ocho

EGOÍSMO

Yoon Gi me empuja furioso en el baño tras pillarme dentro. Se ha enterado de que has pasado en mi casa, no sé cómo ni cuando, simplemente lo sabe. Su imaginación es como la de un toro embravecido, no hace preguntas pero si suelta una barbaridad de insultos que me hacen reír.

Me regala un puñetazo, mi nariz sangra. Siento como enjuaga mis encías al sonreír. 

—Si ella vuelve a tu puta casa, te mato. ¿Has oído, imbécil? ¡Te mato!

¿Qué dice? ¿Qué me mata? ¿Y este quien se cree? ¿Tony Montana? Entonces abrí mis ojos, enrabiado, con el cuerpo pesado al pensar que si a ti te toca como lo hace conmigo, no voy a contenerme ni un poco.

Lo agarro del brazo, lo derribo y hago una llave con él. Le disloqué el hombro, grita como un cerdo en el matadero. Su sufrimiento alerta a los demás estudiantes, a los profesores.

El problema se vuelve grande. Él es víctima y yo el agresor a pesar de que mi sangre en mi camiseta es prueba suficiente.

Pero él gana por las reglas institucionales. Lo defienden por tener dinero, porque su familia apoya a la Universidad del país. Y yo... Yo tengo una semana de suspensión.