100 ways + kim tae hyung

veintiún

REVELACIONES.

Se me apretó el estómago. Una tenaza entre mis órganos, despedazándome por dentro cuando camino por los pasillos y dudo de entrar a la habitación. Perdí mi clase, varias, pero eso no me importó para tener que ir a verte. Seguramente pida mis apuntes luego a alguien, aunque sé que eso sería díficil en estas épocas.

Tu mirada me recibe, estás cansada, pero pronto te darían el alta. Solo necesitabas eso: descansar. Entonces, me siento temblando en la silla, espero que hables primero. Espero que lleguen las explicaciones, o cualquier cosa que necesites contarme. En el fondo me siento estúpido, pequeño, inútil por no poder hacer nada.

Entonces te escucho sollozar, intentas limpiarte las lágrimas que caen. Me duele verte así. Frágil. Pero nada excusa que esto se ha ido de las manos; necesitas otro aire, otra cosa diferente porque yo ya no sé si pueda darte lo que alguna vez quise y prometí. Ya no sé si realmente te quiera amando, aunque suene irónico porque, eres mi todo. ¿Querer y no querer? ¿Era eso posible? 

—Escucha, Tae Hyung... —sorbiste tu nariz—, todo esto... Yo. Supongo que tenía que decirte en algún momento, cuando ya no tengo manera de contenerlo. 

¿Me va a contar lo que ya sé? Me rechinan los dientes, pero sigo esperando. 

Sí, que lo haga de una vez. Que lo suelte todo. Que se abra conmigo y deje de cerrarse tanto como si fuera un pequeño caracol temeroso de lo que digan los demás. ¿Es eso? ¿Teme que la juzguen? Porque ya lo hacen cuando creen que ella está con Yoon Gi por su dinero y nada más.

—Sí, te escucho, Yu Ri.

Mi voz es fría, lo que la hace temblar ante mi nueva actitud.

—Trabajo como dama de compañía —admites al fin.

Aprieto los puños.

¿Qué acabas de decir? 

¿Qué haces qué?

Dama de... No lo puedo creer. ¿Y cómo no sabía esto? ¡¿CÓMO?! ¿Cuándo? ¿En qué momento? ¡¿Por qué?!

—Necesitaba el dinero, Tae Hyung, para pagar la matrícula y... —Vuelves a sollozar—. Los golpes eran la mayoría de los clientes. Y... eh, yo... Yoon Gi lo sabía. Él nunca me pegó pero siempre estuvo de acuerdo con esto, fue quien me sumó a este mundo. Me reúne con los clientes, soy en pocas palabras, una prostituta.

Mantengo la calma o lo que puedo, estoy a punto de reventar. ¿Yoon Gi lo sabía? ¿La usaba? ¿A esto se referió Ho Seok con favores sexuales? ¡Ese maldito enfermo lo sabía y no le interesaba! ¿Para que quería el dinero, Yoon Gi? Podría entenderlo de ella, ¿pero y él? ¿Es un juego? 

—Pero... 

Intento asimilar todo, intento que la información no me golpee y aún así lo hace.

—No he terminado —dices firme, sin dejar de llorar—. Estoy embarazada...

Lo sueltas, sin más.

—¿De quién? 

—Ya lo saben mis padres.

—¿Es de Yoon Gi? —insisto.