100 ways + kim tae hyung

trece

SABOR TRAICIÓN.

Tu mirada es... no sé describirla. El sentimiento de duda, confusión, miedo, se plantan en mi pecho, revolotea rápido mi corazón y mis pestañas intentan vanamente en ocultarte ante mis ojos. Intento acceder a la entrada de la cafetería, me lo impides un par de veces con tu cuerpo. Ninguno se mueve. Entonces, tu boca por fin dice algo que, a mi me deja pasmado.

—¿Por qué me evitas?

¿Evitarla? ¿Yo? 

—Desde que nos acostamos... me evitas, no respondes mis llamadas y estás con otra chica.

Niego. ¿Por qué piensas eso? ¿Estás celosa? Esa idea me aterra, aquello significaría que eso se te ha pegado de él y nadie más que de él. Tomo tu mano, intento unirla a la mía pero la apartas como si mi tacto fuese algo sucio.

—No, Tae Hyung... No digas nada, ya entendí que no quieres que sea tu amiga.

—Yu Ri, no es eso... ¡No es eso! —Mi voz se alza y eso genera que muchos nos contemplen—. Yo no te evito. Sigo siendo tu amigo, y además, tienes novio pero no quiero que él te «castigue» por mi culpa. 

—¿Castigar? No soy una perra ni una nena... ¡el no me «castiga»!

—¡Pues lo pareces! No lo dejas ni aunque te maltrate, ¿qué quieres que piense? No quiero que te lastime, me preocupo por ti. Estoy loco por ti, ¿no lo entiendes?

Abres tu boca, sentencias un:

—No pareces estar loco por mí.

—¿Qué has dicho? 

—Que no pareces estar loco por mí.

Me desesperas. Me enfado por tu acusación como si no fuera suficiente que intente ayudarte. ¿Cómo te atreves? ¿Cómo puedes dudar de mi sinceridad? ¿Cómo puedes albergar tanto resentimiento porque no te doy atención? ¿En qué momento te volviste como él? 

Cuando intento moverme, pegas un respingo asustada. ¿Tan mal estás que pensaste que iba a pegarte? Entonces algo en mi interior se revuelve, no sé si es pena o compasión, y comienzo a entender que me ibas a arrastrar contigo al abismo a este paso. Necesitas escapar pero no quieres hacerlo.

—Quizás tengas razón... Estoy cansándome de ti, eso es lo que me pasa, Yu Ri. Me cansé de esperar que tomes las decisiones correctas. Me cansé. Llevo diez años esperándote y nunca me has respondido. Lo sabías... sabías que estaba enamorado pero solo me usaste porque te han engañado. ¿Y a ti lo que se te ocurre es decirme que no parezco loco por ti? No soy tu maldito perro, ¿entendiste? Tengo dignidad, la que a ti te falta.

Tus ojos se llenan de lágrimas por mi crudeza, por la bofetada de palabrería que te doy. Lo ignoro cuando lloras, desde hace mucho que no te veía llorar de ese modo. Eres víctima de una mala relación... pero eres una demasiado cruel.