【𝘿𝙚𝙛𝙞𝙣𝙞𝙩𝙞𝙫𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙩𝙚 𝙨𝙖𝙡𝙫𝙖𝙧é】[Rengoku Kyojuro]

"Eterna llama"

Ritsuko, sigues ahí...

Aunque no puedas responderme ahora, solo pido una cosa. 

No pierdas la batalla ante él...

Omnisciente

El gran pilar de las llamas había terminado su trabajo y había felicitado la valentía que tuvo el joven Kamado al acabar con el demonio del tren, aunque no le dio tiempo de hacerlo hablar y preguntar por un demonio de apariencia femenina. 

"Tal vez en otra ocasión" Presionó la empuñadura de su espada, pero luego la relajó para olvidar un poco el enojo ferviente de su corazón, la guardó en su correspondiente estuche y se giró hacia los tres muchachos quienes a pesar de estar heridos, trataban de moverse y ayudar a las personas sobrevivientes del ataque del tren. 

Sus labios se iban a separar para hablar, pero como si de un hilo lo halara hacia atrás, sintió la presencia peligrosa y mortificante. Su cuerpo reaccionó más rápido y se giró hacia atrás mientras evitaba que un cuerpo se estrellara con fuerza contra su espada. 

—¡ANIKI!— Los tres muchachos se estremecieron cuando aquella cosa que lo atacó sin más fue empujada a un costado. 

Rengoku admite que estaba un poco cansado por lo anterior, pero mantenía su ceño fruncido y su mirada llena de concentración ante el nuevo contrincante. 

Sin embargo, sus ojos tan vivos como las llamas de su corazón, se enfriaron. Su corazón comenzó a latir como loco, pero un horrible escalofrío caló en toda su espalda y sus manos que estaban tan aferradas en la empuñadura, sudaron con ansiedad. 

Sus ojos no creían ver aquella delicada figura manchada, ensuciada con un aura diferente, una tan oscura, llena de rencor, odio y egoísmo. 

Sus ojos veían a una mujer de largos cabellos castaños opacos sujetados con un broche de flores, sus ojos veían a esos opacos y afilados zafiros, quienes estaban tan muertos como el alma de aquel cuerpo. 

Rengoku observó a Ritsuko frente a él, aunque su corazón le gritara mil veces que la mujer frente a él, aquella demonio era su amiga de la infancia y el amor quien creyó perdido, ella era Ritsuko. 

Toda la información que cayó como un balde frío sobre sus hombros se desvaneció cuando observó que mil agujas iban hacia él. 

Logró esquivarlas cuando aún se mantenían en el suelo, pero no contó que algunas se incrustarían en su pierna, provocando que el rubio mordiera su labio para aliviar un poco el dolor. Aferró su espada a sus manos y se levantó para dar cara a aquella cosa con la el rostro de Ritsuko. 

Su mente había decidido que ella no era la chica que amo, ahora la veía con resentimiento, enojo, frustración ya que tomó su cuerpo y lo convirtió en un demonio que devora humanos a sangre fría, sin importar sus sentimientos o de como les afectaría, nada más que eso lo hizo enfurecer y empuñar su espada listo para atacar. 

—No dejaré que vuelvas a atacar humanos, demonio—La fuerza de su voz sonaba como un previo rugido de lucha—¡Yo, Rengoku Kyojuro te derrotaré!— Y sin más sus pies se acomodaron en el suelo, dándole la comodidad para impulsarse mientras usaba uno de sus alientos. 

¡Respiración de las llamas!

Segundo estilo: Cielo en llamas Ascendente

Algo en su demonio se agito, algo en ella quiso retomar el control de su cuerpo y evitar que siguiera todo este sufrimiento. 

"¡Déjame de controlarme! ¡Suéltame!" Sus gritos internos se intensificaban contra la abrumadora aura negra que la seguía rodeando, nada más que la manifestación de el control que era simple manifestación de Muzan. Pero, aquella manifestación del alma de la joven humana se vio arrastrada en las llamas incandecentes frente a ella, a través de su propio iris vio el odio y enojo de Kyojuro, su pecho se encogió por un momento al sentir el impacto del corte a su brazo, a pesar que no es ella quien esté luchando. 

Le duele que su amigo de la infancia la viera así, le duele ver que no pueda verla más allá de lo que se ha convertido por él, en el craso error de querer evitar algo que simplemente el destino no quiere que pase. 

Por un momento su alma se desconecto y Muzan, aprovechó para tener el control suficiente de ese cuerpo, al fin su plan más ambicioso estaba por cumplirse, solamente necesitaba dominar a Ritsuko junto a su asqueroso pensamiento de humana. 

Se encargaría él mismo de acabar con el pilar más molesto y luego se hará cargo de lo demás. 

—Sufrirás las consecuencias, estúpido humano— Muzan sonrió con astucia, ensuciando una vez más el cuerpo de Ritsuko en sangre que no quiere ver correr. 

"Si no deseas ver esto, no me moleste y duérmete" Pensó molesto mientras que al segundo reconstruía su brazo. Su mirada afilada se fijó en el sorprendido hombre que no apartó la mirada sobre él. 

Una gran batalla se llevaría acabo, una lucha entre una danza intensas de llamas contra lo oscuro y más retorcido pensamiento de un demonio ambicioso por poder. 

Una gran batalla será presenciada por el imnenso firmamento, que pronto sería opacado por las cenizas que volarán libres por el cielo, aquel cielo que terminará manchado entre nubes negras que opacaran a la serena luna y sus estrellas. 

Pronto vendría una verdadera lucha y la última para una persona...

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Hola, me disculpo por no haber subido la siguiente parte ayer, pues el internet se cayó ayer por la noche y perdí los datos de este capítulo, pero no se preocupen, ya está aquí. 

Sinceramente, estoy un poco molesta conmigo ya que corto la mejor parte del capítulo y lo sigo aplazándolo, pero tengo mis motivos, ya que será el último capítulo de esta historia. 

Tal y como lo leyeron, el final estará en la vuelta de la esquina. Y prometo que será el mejor capítulo que he escrito en mi vida, por lo cual pido que sean pacientes ya que debo esforzarme mucho en comprender a los personajes. 

No quiero alargarme más en esta nota de autora, así que sin más. 

Me despido