"Tren... del infinito"

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Omnisciente 

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Omnisciente 


La castaña había pensado que podía ponerle un fin a su desgracia, pero, los tratos con el diablo no son tan fáciles de romper, y los castigos son más severos para su ya miserable existencia... 

El pelinegro al tener células en el cuerpo de Ritsuko, evitó que en esos pequeños segundos, los ligamentos, venas y tendones se reúnan a una increíble velocidad, y finalmente, cuando el cuerpo nuevamente unido estaba por caer, corrió para que el impacto recayera sobre él. 

Lo que sobró de la trágica madrugada, fueron finos rasgos en la memoria de Ritsuko, quien ahora se encontraba dormida en una esquina de la más oscura mazmorra bajo el "humilde" hogar de Muzan...



Entre sueños, mejor dicho entre pesadillas. La de ojos celestes parecía estar escapando de algo muy peligroso y su rostro hacía muecas de estarla pasando mal... sus manos, las cuales tenían rodeadas sus piernas, comenzaron a moverse inquietas y lentamente sus uñas crecían desesperadas en rasguñar algo. 

Su respiración se volvía agitada y sus colmillos sobresalían de su boca. Ritsuko se estaba convirtiendo nuevamente a aquella bestia incontrolable, debía detenerla de alguna manera pero sus ojos no se abrían, aún estaba enternecida en su pesadilla más profunda, en donde los latidos de su corazón era más ruidoso, más frenético y más salvajes. 

"Para... por favor... para" 

Gruesas lágrimas bajaban por sus ojos fuertemente cerrados, caían con tristeza y temor, caían porque el momento se estaba acercando a toda marcha... 

—La oscuridad está por consumir tu corazón de humano...— Una fría mano trataba de limpiar las lágrimas que continuaban cayendo.

El rubio se notaba levemente preocupado por la chica frente a sus ojos, se notaba tan indefensa y a la vez apetitosa. Negó su último pensamiento, él no comía otros demonios, tal vez le hubiera gustado conocerla cuando aún era una joven pura de sangre. 

A sus ojos policromáticos le reflejaron la viva imagen de aquella mujer que conoció hacia ya tanto tiempo. Observó como su rostro se elevaba hasta él junto a las gruesas lágrimas cayendo por los costados. 

"Kotoha.."

—¿Tú... que haces aquí?— Su voz por suerte no se había esfumado y el alivio regresó un poco a su corazón. 

Douma supo que debía apartarse y ocultar el pequeño remordimiento en su corazón, el de cabellos rubios pálidos se levantó y trató de poner su mejor sonrisa. 

—Vine porque estaba preocupado por mi compañera... —Ritsuko aprovechó para levantarse y limpiar la humedad de su rostro. Pero le pareció que algo extraño le pasaba al ya de por sí raro sujeto. 

—Mientes... tu mirada te delata. 

Douma retrocedió ante esos ojos tan penetrantes, la misma mirada juzgadora, esa misma mirada en donde nace un miedo y lentamente siente que su control se está desbordando. 

Había sido una mala idea de haber visitado a la castaña en su celda, había sido una mala decisión...

Su intensión era marcharse, pero el corazón noble y humilde de Ritsuko lo detuvo, a pesar que ella aún sufría internamente por los estragos de su pesadilla. 

Su sentido de humildad había recobrado fuerza en ella y trató de mostrarse empática hacia alguien que también sufre, alguien parecido a ella. 

—Olvidar el dolor no siempre es bueno, cuando regresa el recuerdo se vuelve más insoportable y pierdes el control— La castaña subió su mano al pecho— Yo estoy pasando por esto, pero no tengo a nadie a quien decírselo, y supongo que tu también— Ella jamás temió mirar directamente a los ojos de gente peligrosa.

Douma se sintió expuesto ante la mujer, y quiso rechazar y volver a huir. 

Para él, los sentimientos son doloroso, solo te hacen recordar la debilidad y vulnerabilidad, justo como un humano. 

—¡No necesito de tu estúpida consideración!— Douma detuvo los pasos de aquella rota mujer—¡Tú no puedes venir y ser... empática con cualquiera!—Su lado más agresivo estaba saliendo a flote como un instinto— ¡Aléjate!

Pero Ritsuko, aprendió del dolor y lo que es pensar ahora de manera fría. 

A pesar que su vida corría peligro, nada más le importaría, quería que esa persona solo aprenda que tiene sentimientos a pesar de ser un demonio. 

—Los sentimientos no te hacen débil— Aclaró— Y el miedo te hace más fuerte para superarlo. Seas demonio o humano, el miedo siempre estará ahí— Y antes de volver a su esquina y regresar a meditar de aquella terrible predicción, sus ojos algo llorosos miraron de manera firme al colado a su celda.

—Douma, tu sientes y lo sabes... pero es doloroso sentirlo— Y sin más le dio su espalda. 

El rubio se quedó sin palabras, nadie del resto de sus compañeros le hablaba así, a ninguno le importaba si vivía o moría, a ninguno le importaba si sentía o no y lentamente él también se convenció de ello. 

Pero con Ritsuko es diferente, desde que la vio, sabía que algo cambiaría en él, ya sea para bien o para mal. 

—Ritsuko.

Los pasos de la joven se detuvieron pero no le dio cara, para Douma eso le bastaba.

—¿Tú le temes a algo? 

La mujer solo giró levemente su rostro y lo miró con el rabillo de su ojo. Quiso burlarse de sus propios poderes, más que una bendición codiciada por los seres vivos, no son más que una maldición viviente...

—Le temo a un tren... uno que no espera a nadie. 



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Hola, lamento muchísimo tener desactualizada esta historia, pero he tenido bastante trabajo en escribir los color-clubs...

Acerca de la historia, pues como era de nuestra protagonista, ella ya vio lo que está por aproximarse... Y tal vez Muzan tenga algo planeado para ella. 

No digo más ya que puede aumentar el spoiler. 

Agradezco su paciencia y el apoyo que le brindan. 

No tengo más que agregar, por lo cual...

Me despido

【𝘿𝙚𝙛𝙞𝙣𝙞𝙩𝙞𝙫𝙖𝙢𝙚𝙣𝙩𝙚 𝙩𝙚 𝙨𝙖𝙡𝙫𝙖𝙧é】[Rengoku  Kyojuro]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora