✨🧨 ⋯ ━━━ 𝗚𝗢𝗟𝗗 𝗧𝗥𝗔𝗜𝗟.
❛ En donde Charlotte Heller y
Tony Stark se encargan de ser
dúo más caótico antes visto. ❜
Creamos a nuestros propios demonios. Cuida tus pal...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
◤◢◤◢◤◢◤◢◤◢◤◢◤ ◢◤◢◤◢
Charlotte una vez escuchó, o tal vez leyó en algún tedioso libro en la universidad que: los hermanos no se dejan vagar en la oscuridad. Lo recordaba siempre que sentía que no podía lidiar con Acacia, siempre que sentía que su cabeza iba a explotar. Aunque rara vez esa frase desprendía su molestia de ella, la hacía pensar en todas las cosas que no podría hacer sin Acacia, en lo muy interesada que estaba en ella y en lo mucho que la amaba.
Jamás sintió descuidarla. Ella tomaba sus clases, era la mejor; salía de fiesta porque se lo merecía, porque cuidaba a Andy y ayudaba a su hermana con lo que podía, pero Charlotte trataba de descifrar en su mente qué era lo que había pasado, en qué momento una rueda se había desprendido de la carreta o cuándo fue que ella falló. No tenían padres, el orfanato solamente era un lugar de malos recuerdos y Charlotte era lo único que Acacia tenía. Era su ejemplo, ella y Andrew la educación sin querer durante su adolescencia, y ella era malhumorada, pretenciosa y también perezosa, pero era feliz. Reía todos los días, hablaba. Se suponía que Charlie conocía a sus amigos, pero tal parecía que las amistades cambiaron más pronto de lo que esperaba.
Y no porque te relacionaras con personas irresponsables, o malas, eras una. Ella sabía eso, ella creía eso, y sabía que todas las personas tenían la suficiente fuerza de voluntad como para ser auténticos y no caer en las terribles tentaciones que la vida te ponía, pero Acacia siempre tenía algo que probar, siempre sentía que tenía qué, incluso más que Charlotte.
Ella bebía alcohol desde tiempo atrás. Charlotte nunca creyó que sería un problema, porque ella hizo lo mismo, lo había hecho durante años y nunca había estado en peligro, nunca sintió dependencia alguna y siempre supo controlarlo. Recordó todas y cada una de las veces que bebió con su hermana, que le invitó una copa y terminó siendo una botella. Hizo memoria de todos los momentos en los que pudo haber estado algo mal, pero ninguno la hacía ver, ni entender, qué había pasado en su vida para terminar en el hospital.
