✨🧨 ⋯ ━━━ 𝗚𝗢𝗟𝗗 𝗧𝗥𝗔𝗜𝗟.
❛ En donde Charlotte Heller y
Tony Stark se encargan de ser
dúo más caótico antes visto. ❜
Creamos a nuestros propios demonios. Cuida tus pal...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
◤◢◤◢◤◢◤◢◤◢◤◢◤ ◢◤◢◤◢
Andrea Heller era usualmente una niña bastante perspicaz. Había aprendido eso en la escuela, y se dispuso a investigar qué significaba eso cuando su maestra se lo dijo. Le gustó la definición, comenzó a gustarle la manera en la que las personas comenzaban a describirla y ella también comenzó a hacerlo.
Le gustó usar la palabra «perspicaz» para describirse a sí misma. Y ella tan sólo lo confirmaba con el tiempo. Su mamá estaba feliz, estaba algo rara y sonreía en el desayuno, sin razón alguna. Su mamá no solía cocinar muy bien, pero esa mañana se había esforzado por hacer panqueques en forma de corazón, que, aunque, estaban un poco deformes, Andy sonrió porque su mamá se miraba muy feliz. Le gustaba.
Hacía su mejor esfuerzo, siempre, y aunque su hija tan sólo era una niña, ella veía todo eso. Notaba cuando su mamá estaba feliz, después de conocer algunas de sus emociones, la que más le gustaba era, definitivamente, esa. Era más que eso, era alegría. La trataba ese día como si fuera la primera vez que estuvieran juntas.
Charlotte ayudó a su hija con la tarea (con la que en realidad no necesitaba ayuda, pero Andy decidió que quería hacer sus deberes junto a su mamá), ambas hicieron una pequeña fiesta de té en la que charlaron acerca de cualquier duda que se le viniera a la mente a la niña —vaya que eran muchas—. Para más de mediodía, ambas miraban televisión juntas, una vez más, Buscando a Nemo. Usualmente, Charlie odiaba mirar la misma película tantas veces, pero la disfrutó, con la tranquilidad encima de que, por fin tendría unas merecidas vacaciones, y todo había salido relativamente bien.
Andy tenía el hábito de repetir los diálogos de las películas, justo como Acacia. Ella hacía eso siempre cuando niña, e incluso creyó que así fue como comenzó a hablar. De vez en cuando ponían películas en el orfanatorio y los reunían para verlas todos juntos. Cuando salieron, lo que más disfrutaba hacer, era mirar televisión y ella no podía dejar de mirar Volver al Futuro, repitiendo una y otra vez los diálogos, que lastimaban los oídos de Charlotte, quien trataba de estudiar.
