Breve historia de cómo superar un trauma (1)

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Hank llegó una hora después. Entró en mi habitación con prisas, parecía muy cansado. Se pasaba todo el día en la oficina, arreglando papeles.

-Hola -me saludó con una mezcla de cansancio y alerta-, ¿cómo estás? -me preguntó sin mucho entusiasmo.

-Ya mejor.

-Creía que estaban bien, ¿qué te ha pasado? Connor me ha llamado dos veces. Dice que te has levantado sin poder hablar bien, y que no le dejan entrar porque te dan ataques de ansiedad al verlo, pero yo te veo hablar bien.

-Yo t-t-t-t...

-Vaya, pues Connor tiene razón. ¿Qué te pasa?

-Yo t-t-t... Yo ttambién c-c-c-ccreía q-q-q...

-... que... -me ayudó.

-... Est-t-t-ttaba bien, p-p-p-p-p... P-p-p-ppero no.

-Connor dice que tienes una libreta, ¿por qué no escribes ahí lo que ha pasado? ¿Eh?

Le enseñé lo que puse antes de "Kamski es malo".

-A mí tampoco me termina de gustar -confesó Hank-, pero creía que confiabas en él. ¿Por qué hoy ya no?

"He tenido pesadillas, muchas. Horribles" escribí temblando y con un nudo en la garganta. "No puedo hablar, Hank. No soy capaz de decir las consonantes c t y p, muchas veces  entro en un bucle del que no puedo salir. No puedo decir 'Connor', ni 'te quiero'".

-Bueno, pero eso no explica tu ataque de ansiedad, ni por qué dices que Kamski es malo.

"Sigue controlando a Connor, lo hace desde siempre. Connor quiere matarme, sigue teniendo a Amanda, lo sé"

-Ah, ¿sí? ¿Y cómo lo sabes? -me preguntó incrédulo.

-Me lo ha dicho -respondí-. A los ojos. Aq-q-q-q-uí mismo.

-Martha -me dijo con el tono con el que me hablaba mi padre para tranquilizarme cuando de pequeña veía sombras extrañas en mi habitación-, Connor no te ha dicho nada.

-Lo vi, su c-c-c-c-car-ra c-c-c-c-c... C-c-cambió de rep-p-p-p...

-Martha, Martha -me detuvo-. Eso no ha pasado. Nos ha enseñado lo que ha visto. Dijo "Cielo, Amanda ya no está aquí", y empezaste a gritar.

-No, no... Me dijo...

Escribí en la lirbeta "Pues claro que sigo aquí", y añadí "y su cara cambió". Hank me miró con compasión, como si le diese pena. "¿Crees que estoy loca?" le escribí.

-No, no estás loca. Bueno -se rió-, siempre has estado un poco loca, pero no en ese sentido. Seguramente tengas estrés postraumático. Yo pasé por eso. Uno de los síntomas es la "reviviscencia" -pronunció con sorna-. Veía a mi hijo a dirario, los recuerdos me venían a la cabeza constantemente, y tenía muchas pesadillas. Lo que te está pasando es que estás viendo recuerdos del pasado en el presente, pero no son reales. Connor no te quiere matar, simplemente te quiere, y también lo está pasando mal, igual que yo te lo hice pasar mal en su tiempo. No te conviertas en mí.

-T-t-t-t-t-t-t... T-t-tengo miedo -solté y mi nudo hizo que de mis ojos brotasen lágrimas.

-Vamos, ven aquí -me dijo con los brazos abiertos-. Lo siento, estoy muy sudado.

-Iug -exclamé cuando ya estaba embadurnada de su sudor.

-Has pasado por mucho, y se te ha juntado todo, pero saldrás de esta, ¿de acuerdo?

Asentí frotándome con su hombro.

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Ser inerte PARTE 2 (Connor DBH) [EN PROCESO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora