Capítulo 28

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No había odiado tanto venir a la iglesia como hoy. Lo peor del caso no es tener que ver a Charlie, sino que lo quiero ver. Aunque en parte sea el culpable de mi actual pelea con Kelvin, quien no me contesta desde ayer.

Me levanto al baño en un intento de distraerme un poco y revisar si Kelvin me respondió. No saco el teléfono en mi lugar porque mamá me lo quita y después me lo da en la noche.

Me siento arriba de la tapa del inodoro en el cubículo. Kelvin me respondió un buenos días simple, le pregunto cómo está y luego le escribo a Stephanie para medio contarle que mi mamá llegó ayer mientras Kelvin y yo jugábamos al Urólogo.

—Jonah, ¿estás bien? ¿Necesitas algo? —escucho la voz de Charlie dentro del baño.

Me quedo en silencio por un momento, a ver si se va. En vista de que no lo hace, respondo:

—Todo bien, Charlie, no necesito nada. Salgo en un momento.

Espero que la puerta principal me indique que salió y no pasa nada. 

Me obligo a levantarme para salir a su encuentro. Su mirada se ilumina con su linda sonrisa cuando salgo del cubículo. A pesar de que lo quería ver, me resulta incómodo estar frente a frente con él.

—Charlie, ¿por qué tardas tanto? —su papá está en la puerta del baño, se asoma a ver quién está dentro y la retira cuando me ve—. No te quedes holgazaneando.

Que hombre tan... estúpido.

Decido salir antes de que sea mi mamá quien se acerca para saber de mi esta vez.

La reunión concluye y salgo al frente a esperar a mi mamá. Charlie me sigue para saber a qué hora y en qué sitio nos vamos a encontrar. Las ganas que tengo de cancelarle se esfuman cuando sus brillosos ojos penetran en los míos.

En el camino a casa, mamá me cuenta que la señora Benson agradeció por haber ayudado a su hijo a pasar esa asignatura y que el papá se quejó porque yo soy un insolente. Inevitablemente suelto una carcajada, aunque a mamá no le cause nada de gracia.

—Vamos, mamá. Tu sabes que yo no soy irrespetuoso a menos de que tenga motivos, y en ese caso no sería falta de respeto, solo defensa.

—Cuentame tu versión —me pide.

—Estábamos todos en la mesa comiendo, me llegaron algunas notificaciones en el teléfono y como lo revisé, quiso cuestionar mi educación —resumo.

—Me han dicho que el señor Benson es de carácter fuerte.

—Yo diría que es un imbe...

Mamá voltea en el momento en que estaba diciendo la palabra y las últimas tres letras decidieron quedarse atrapadas en mis cuerdas vocales.

Una vez en casa, subo a cambiarme. Me acuesto a revisar el teléfono mientras mamá cocina y se me hace la hora de salir.

En una de las redes sociales veo que los tres chicos que ahora se juntan con nosotros, me enviaron la solicitud de amistad. Aprovecho a stalkearlos. Nicola es el único realmente activo, pública varias veces en el día contenido y tiene varios seguidores.

Una llamada de Stephanie entra y activo el teléfono en altavoz para seguir en mi trabajo de investigador anónimo de redes sociales. Realmente no le estoy prestando mucha atención a lo que me está contando, así que me disculpo con ella y le digo que llame luego.

Entre la indecisión de no saber si llamar o no a Kelvin, decido hacerlo. El tono de espera suena varias veces y, cuando estaba a punto de cortar, me atiende.

Enséñame a SoñarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora