Capítulo 39

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Pensé que este último año iba a ser eterno y resultó en todo lo contrario. Ya estoy a un mes de graduarme y siento demasiada ansiedad por todo lo que se me viene.

Con Kelvin, todo va de maravilla. Pasamos casi todas las tardes juntos, aunque convenimos tener relaciones solo los viernes. Debo admitir que en la semana se nos escapa de las manos una que otra vez.

De Charlie, no supe más nada. O sea, lo veo en las reuniones los sábados, hasta allí. No me habla, no me escribe, no me llamada, nada. No es como que me haga falta, solo que me da curiosidad saber cómo ha hecho con su vida, cómo se ha sentido, si ha vuelto a salir con alguien, ese tipo de cosas.

Mamá va bien entre el trabajo y la casa. Ya está más tranquila en cuanto a darme independencia. Me deja salir a casa de Stephanie o a casa de Kelvin, a ir con ellos a la playa, etcétera. Después de aquel almuerzo en casa de Kelvin, esperé que me hiciera algún comentario. Sin embargo, nada ha pasado.

Stephanie, está feliz saliendo con el mesonero que conoció la noche que fuimos al club. Según me dijo, prefirió seguir el consejo de Ariadna de no enamorarse de alguien a esta altura que está por irse de la ciudad para estudiar a otro lado.

Lamentablemente, ella por su bajo promedio no puede aplicar para estudiar en la Universidad Central, por lo que se va a una privada en Occidente que da Medios Visuales y se puede especializar como Actriz.

Las apuestas están abiertas entre su familia y yo, quienes opinamos no aguantará el primer año y apostamos a ver en cuánto tiempo se regresa.

Junio llega como el mes de mi cumpleaños. No me gusta hacer fiesta ni nada de eso, no sé por qué. Kelvin fue quien se puso intenso en que iba a realizar una tipo sencilla. Así que el sábado en la tarde, haremos algo en mi casa.

Le dije a mi mamá que podía invitar a algunos de su iglesia para que no se sintiera incómoda teniendo tanta gente y sin poder hablar. Los Rivero y los Marroquín vendrán, pero mamá solo conoce a los primeros.

A pesar de que Stephanie es mi mejor amiga desde primaria, mamá nunca le ha gustado esa amistad para mí, por lo que no ha puesto interés en conocerlos. Stephanie ha resultado ser más que una amiga: es mi hermana, mi confidente, mi consejera, mi sonsacadora.

Los primeros en llegar a mi casa son los Rivero, quienes se ofrecieron a hacer una parrilla. En realidad, Kelvin fue el de la idea. Muchas veces le dije que no, que era exagerado, pero él insistió. Lo hicimos en mi casa por el tema que a muchos de la iglesia de mamá le queda más cerca y el puede llevar a Marcelo, Ariadna y Nicola de regreso, que son los únicos invitados del colegio.

—Vamos a encender la parrillera de una vez —le dice el señor José a Kelvin—. Después se transmiten gérmenes.

—Papá, no empieces —le responde.

Entro a la casa donde están mi mamá y la señora Cristina junto a Stephanie haciendo algunos abre bocas y entremeses.

No habrá mucho licor, pero serviremos. El papá de Stephanie trabaja en una distribuidora y se ofreció a traer una bebida especial que prepara él y sirve para este tipo de ocasiones que habrá mucha gente.

Mucha gente.

—Hey, Meryl Strep —me dirijo a Stephanie—. ¿Gustavo viene?

—Me parece que sí —mira a las dos mujeres hablar en la cocina y baja el tono de voz—. Mi papá no se puede enterar que estoy saliendo con él, ¿entendido?

—¿Papi sobreprotector no se puede enterar que su niña ya se quitó el cinturón de castidad? —me río.

—Al igual que mami sobreprotectora no se ha enterado.

Enséñame a SoñarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora