09.- Línea temporal alternativa

500 61 2
                                    

Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 1103.


09.- Línea temporal alternativa

—Sentaos.

Los dos chicos obedecieron mientras el maestro del templo de los guardianes tomaba entre las manos una de las muchas cajas de prodigios que se acinaban en las estanterías.

—¿Qué crees que querrá enseñarnos? —preguntó Adrien, Marinette se encogió de hombros como respuesta—. Estoy un poco nervioso...

Ambos lo estaban, apenas habían tenido tiempo para asimilar sus identidades secretas y ya estaban inmersos en a saber qué. Marinette sabía por experiencia que a aquel hombre no le gustaba perder el tiempo, que era de hacerlo todo de golpe y sin pausas.

—Voy a mostraros un prodigio muy especial, haremos este ejercicio por turnos.

—¿Qué clase de ejercicio, maestro? —La pregunta de Marinette sonó desconcertada.

—Espero que aprendáis vuestro valor.

—¿Nuestro valor? —preguntó esta vez Adrien.

—Cada persona tiene un valor. Individual o en equipo —contestó el maestro—, en ocasiones es difícil de ver. Este ejercicio sirve para eso.

»Ya he trabajado con Marinette, por lo que, esta vez, empezaré contigo Chat Noir.

—Adrien, me llamo Adrien.

—Aún no te has ganado ese nombre aquí.

El joven modelo no contestó a aquello, no tenía muy claro qué esperaba aquel hombre de él o de ellos, pero ya que estaba allí.

—De acuerdo, empecemos.

El kwami que surgió del prodigio era parecido a Fluff, de color pardo y orejas más cortas. El maestro pronunció la fórmula y se transformó en uno de los héroes de otro tiempo que llenaban el libro de su padre.

—Voy a enviarte a una línea temporal diferente, en la que tu vida no es como la que conoces. Nadie podrá verte u oírte, aunque tú sí podrás interactuar con las cosas que encuentres —explicó con tono neutro—. Cuando quieras regresar sólo tienes que transformarte en Chat Noir y la ilusión se romperá. ¿Lo has entendido?

—Sí, maestro.

—Empecemos. Lapse.

Cerró los ojos cegado por el destello que surgió de las manos del maestro y le envolvió, al abrirlos Adrien se encontró frente a la Torre Eiffel, se veía diferente, pero no sabía por qué.

—El maestro ha dicho que nadie puede verme, ¿verdad?

—Eso ha dicho —contestó Plagg.

—¿Crees que pasará algo si voy a casa?

Plagg sacudió la cabeza con desaprobación.

—Puedes ir a cualquier sitio y ¿eliges tu casa?

—Quiero ver cómo es todo en esta línea temporal.

Adrien recorrió con seguridad el camino que le llevaba a casa, la calle estaba desierta, aunque era pleno día y debería de haber gente por todos lados. Supuso que debía ser algún tipo de truco del prodigio para que no se perdiera en detalles que no fueran importantes.

—Después visitaremos a Marinette, quiero saber cómo le va.

—No sé si es esto lo que pretende el maestro.

Adrinette en abrilDonde viven las historias. Descúbrelo ahora