Nos encontrábamos en un restaurante muy fino para mi gusto, pero Alexander decidió que este era un buen lugar para comer.
-¿Conoces a Aarón desde la preparatoria?- pregunté impactada por la historia que acaba de contar.
-Así es. Desde ese momento somos inseparables- respondió.
Recordé cuando conocí a su amigo. Yo acababa de llegar a la empresa y él intentaba coquetear conmigo, pero finalmente terminé siendo la "novia" de Alexander.
Aunque si lo pensaba bien, eso había pasado hace unas dos semanas.
-¿Y por qué no lo he visto en la empresa últimamente?- pregunté mirándolo.
-Viaje de negocios a Cuba-
-¿Y tú? Alguna vez planeas viajar. Me libraría de ti por un momento-
Una carcajada sonó. Me gustaba mucho este nuevo modelo de Alexander.
-Para tu mala suerte, eres mi secretaria- dijo mirándome.
-Demonios- respondí lo más falsamente posible. Aunque no lo quisiera aceptar, me gustaba mucho la compañía de Alexander.
-Elena, eres una mujer hermosa y...- comenzó hablar, pero alguien lo interrumpió.
-Alex- mencionó aquella mujer –Tanto tiempo sin vernos- y lo abrazó.
¿Qué carajo hacia ella aquí?
-Kendra- la saludó Alexander con una sonrisa falsa.
Así que ese era el nombre de aquella zorra. Ella era la mujer con la que Alexander estaba a punto de tener sexo en su oficina el día en que entré sin tocar.
-¿Qué haces por aquí tan solo?- preguntó la tal Kendra ignorándome.
-De hecho, vengo con mi prometida- respondió Alexander tomando mi mano.
Jamás me había sentido tan victoriosa.
-¿Te casaras con una simple secretaria?- dijo mirándome atónita.
¿Una simple secretaria? Yo era mucho más que una simple secretaria
-Discúlpame, pero creo que soy más que una secretaria y, ¿sabes por qué? Porque yo si me voy a casar con él- hablé ofendida.
-¿Desde cuándo? Porque tu novio y yo llevamos meses acostándonos- respondió acercándose a mí.
-Espero que lo hayas disfrutado, porque en unos meses yo seré su esposa y tú siempre vas a ser la otra- dije acercándome a ella. Mientras yo me acercaba a ella, ella también avanzaba.
Antes de que nuestros cuerpos se encontraran, Alexander se puso entre las dos, evitando cualquier roce.
-Tranquilas. Lo mejor será que nos vayamos- mencionó tomándome por los hombros –Es hora de marcharnos- me dijo.
-¿Realmente crees que me puedes quitar de su vida?- habló ella cuando me di la vuelta -Siempre va a regresar a mí, no es la primera ni la última vez que quiere irse con una mojigata-
La sangre empezó a hervir. Nadie me iba hacer sentir menos, y mucho menos una cualquiera como ella.
Ni siquiera lo pensé. Di nuevamente la vuelta y camine a ella decidida, y antes de que me dijera algo, mi puño se estampo contra su nariz.
-A mi algún día se ve a quitar lo mojigata, pero a ti jamás se te va a quitar lo zorra- hablé enojada -Esa es la diferencia entre tu y yo-
Alexander solo veía la escena e intentaba no reírse, y a pesar de que estaba muy enojada, yo también tenía ganas de reírme de la maravillosa escena. Tomé mis cosas y caminé a paso firma hacia la salida, sentía los pasos de Alexander detrás de mí, y eso me tranquilizaba, pues no se había quedado a consolar a aquella mujer barata.
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Quédate Conmigo #1
RomanceElena Hells: Simple, humilde y de buen corazón. Alexander Ambrosetti: Mujeriego, millonario y orgulloso. Personas que sufrieron bastante en su pasado y la vida les dará una nueva oportunidad. Prometieron no volver a creer, crearon...