POV. ALEXANDER AMBROSETTI
El sol comenzaba a asomarse por las ventanas de mi casa. No había dormido en toda la noche, pues me había puesto un objetivo: encontrar a Elena.
Toda la madrugada me había dedicado a realizar llamadas, enviar mensajes, revisar algunas cámaras, boletos de autobuses e incluso de aviones. Si la tenía que buscar al otro lado del mundo, lo haría.
Aunque pareciera fácil, era más complicado, pues no todas las empresas o lugares nos daban acceso a sus cámaras o informes.
No me sentía cansado, solo sentía como las ansias me comían vivo. No podía permitir que pasara otro día sin que Elena supiera que la amaba perdidamente y que estaba dispuesto a luchar por ella y por su sincero amor.
Mi computadora había sido testigo de todo lo que había revisado, y lo que aún faltaba. Mi teléfono sonó, lo tomé rápidamente. Era Aarón.
-¿Qué conseguiste?- pregunté.
En cuanto había llegado a mi casa, le llamé y pedí ayuda. Él tampoco había dormido en toda la noche, pues lo obligué a que buscara conmigo. Y aceptó felizmente, pues al parecer creía que Elena era mi mejor opción.
-Creo que tengo hacia donde fue- dijo del otro lado -Y después de conectar muchos puntos, puedo asegurar que está en casa de sus padres-
-¿Seguro?- pregunté desesperado.
-Pues según sus papeles, corresponden al lugar donde fue-
Sonreí.
-¿Es muy lejos?-
-En un momento te envió su ubicación- mencionó Aarón.
Había encontrado a Elena, había encontrado al amor de mi vida.
POV. ELENA HELLS
Era un nuevo día, y no se sentía como los demás. Al parecer mi mente estaba pasando por un momento de melancolía, porque no quería pararme o hacer algo, solo quería quedarme aquí y envolverme en mis cobijas.
Y aunque me levantara, no saldría de mi casa, pues no me había atrevido a hacerlo, porque mi familia me había aceptado, pero la gente de afuera, no. Seguían señalándome de la misma manera que lo hacían antes, y aunque no me importaba, era un poco incomodo al salir. Por ende, había optado por quedarme aquí.
Me quedé quieta y cerré los ojos.
Olvidarme de Alexander no era fácil, porque lo había querido más que a Dylan. Él me hacia sentir cosas que Dylan no había podido en tanto tiempo. A veces dudaba de mi amor por Dylan, pues no me hacía sentir las dichosas "mariposas". Y Alexander me volvía loca.
Sonreí al recordarlo.
Por supuesto que volvería a pasar todo este dolor, con tal de poder verlo sonreír otra vez.
Esperaba que el encontrara a alguien que lo hiciera feliz, aunque me dolía la idea, pero no podía ser egoísta y esperar que se hundiera en su miseria. Quería que estuviera bien y lo deseaba lo mejor, porque, aunque me había roto el corazón, él también merecía un final feliz.
Y yo esperaba algún día, volver a sanar y poder seguir con mi vida.
Me quedé dormida con la imagen de él.
Me deserté por el sonido de la puerta abriéndose.
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Quédate Conmigo #1
RomanceElena Hells: Simple, humilde y de buen corazón. Alexander Ambrosetti: Mujeriego, millonario y orgulloso. Personas que sufrieron bastante en su pasado y la vida les dará una nueva oportunidad. Prometieron no volver a creer, crearon...