Capítulo 38

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7:00 pm

Estaba más que nerviosa, no sabía qué iba a ponerme, ni qué pasaría en la cena. No era mi primera cena con él, pero era nuestro primer momento romántico a solas de verdad.

Sin contar que todavía estaba aún más nerviosa por lo que sucedió esta tarde en la oficina de Alexander. Solo de pensarlo, se me subía el calor a la cara.

Yo también lo deseaba, pero si no era el momento, teníamos que esperar.

7:30 pm

Me metí a bañar para estar lista, a Alexander no le gustaba la impuntualidad; aunque yo era la reina en ese aspecto, decidí que esta noche iba a ser inolvidable y no iba a estropearla en ningún aspecto.

¿Alexander estaría igual de nervioso qué yo?

8:30pm

Casi estaba lista y eso me emocionaba porque regularmente siempre andaba a las carreras. Hoy había decidido lucir impactante. El outfit de la noche consistía en un hermoso vestido largo color negro con un escote corazón y sin tirantes, ceñido al cuerpo que resaltaba mis pocos atributos y que me daba buena forma. La pierna izquierda tenía una abertura hasta mitad de muslo, lo que hacía lucir mis piernas; acompañado de unos tacones altos negros, un collar a juego con un brazalete y unos aretes aperlados.

Obviamente, Alexander lo había escogido para mí. Al principio no creía que ese vestido se viera bien en mí, pero todo cambio cuando me miré al espejo y vi a la asombrosa mujer que estaba ahí.

Decidí amarrar mi cabello en un moño alto que hacía lucir mi cuello. Definitivamente me gustaba lo que veía en el espejo, estaba más que contenta con el resultado. Me encontraba demasiado feliz, pues hacia mucho tiempo que no me sentía bien conmigo misma.

8:55pm

El chófer tocó a mi puerta para informarme que había llegado, lo último que hice fue pintar mis labios de un color escarlata quemado, que jamás en mi vida hubiera elegido, pero Alexander me lo obsequió y a decir verdad me lucia bastante bien.

Tomé un respiro antes de bajar y que el chófer me llevara al departamento de Alexander.

Creía en que esta sería una noche única e inolvidable para ambos.



POVS ALEXANDER AMBROSETTI

Tenía mucho tiempo que no me sentía así, parecía un adolescente en su primera cita, con su primera novia. Me asustaba sentirme tan vulnerable ante Elena, pero cada vez que llegaban a mi mente pensamientos pesimistas, llegaban a mi mente las palabras que había dicho aquella mujer misteriosa del parque.

"Ponle el pecho a las balas"

Sabía que Elena valía cada maldita bala y que ella era lo mejor que había pasado en la vida. Con eso automáticamente todas las inseguridades desaparecían.

En la tarde, después de que ella se había marchado de la oficina, hablé para que prepararan la mesa y arreglaran el lugar para que estuviera perfecto. Debía admitir que la delicadeza y el orden en esas cuestiones no eran mi especialidad. Le entregué los papeles a Aarón y salí de ahí para ir a comprar todo lo necesario para la cena que iba a preparar.

El comedor había sido decorado con rosas rojas y era alumbrado únicamente por velas. Suponía que ese era el ambiente romántico perfecto. También había comprado champagne y me había esmerado demasiado en la cena que había preparado.

No era el mejor cocinero, pero hacia lo que podía.

Ya eran las 9:20pm y los nervios comenzaron a apoderarse aún más de mí. Se me hacia una eternidad y cuando estaba a punto de llamarla, sonó el timbre, lo cual indicaba que Elena había llegado.

Quédate Conmigo #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora