POVS ALEXANDER AMBROSETTI
Estas dos semanas habían sido las mejores de mi vida, pues me había casado con la mujer que amaba, y eso me hacía sentir completamente feliz.
Amanecer todos los días y admirar su rostro tan perfecto. Al despertar, la miraba y me inspiraba a ser mejor personas por ella, y a trabajar para poder darle todo lo que se merecía.
Lamentaba no darle la luna de miel, pero la empresa estaba creciendo y aun no pasaba por el punto más alto, y eso implicaba más dinero, pero más trabajo. Salíamos temprano y regresábamos muy tarde, pero no me pesaba, porque todo el día la veía y podía estar con ella.
Miré su cuerpo dormido, y no me atreví a despertarla, pero era necesario, o se nos haría tarde, aunque siempre nos retrasábamos, porque Elena era experta en la impuntualidad.
-Mi amor- hablé en voz baja cerca de su rostro.
Solo se removió.
-Elena, es hora de levantarse- volví a decir.
-Cinco minutos más- se quejó.
Reí.
Esa frase la escuchaba todas las mañanas, y sabía que esos cinco minutos, eran dos horas más.
-Hoy tenemos junta ejecutiva- mencioné.
Ella automáticamente abrió sus ojos.
-La había olvidado- dijo sorprendida -No voy a perder la reunión que preparé por una semana-
Acto seguido, se levantó rápidamente y camino hacia al baño, pero dio media vuelta.
-Por cierto, buenos días amor mío- saludó. Vino hacia mi y me dio un pequeño beso.
-Buenos días hermosa- respondí.
Y así fue como comenzó nuestro día.
-Bienvenidos señores Ambrosetti- dijo la recepcionista en cuanto entramos al edificio.
-Gracias- dijo Elena sonriendo.
Yo me limité a un movimiento de cabeza.
Seguimos avanzamos hacia el ascensor. Una vez dentro, ella me miró.
-Un gracias no te haría mal- reprochó.
-Sabes que no me gusta hablar con los empleados, a menos de que sea muy necesario. Y un gracias no lo es- contesté.
-Pero es por educación- dijo con esa carita tan tierna que hacia me arrodillara frente a ella.
-Luego hablamos del tema-
El ascensor llegó al ultimo piso. Las puertas se abrieron y ahí estaba Claudia, con una sonrisa en la cara.
-Buenos días-
-Buenos días- respondimos al unísono Elena y yo.
A Claudia si la saludaba porque Aarón me había obligado a hacerlo, pues ahora era su "conquista" y tenía que ser amable con ella y aceptarla en nuestro circulo.
A pesar de tener un poco más de un mes de relación, no eran novios oficiales, pues sabía que Aarón no se sentía preparado para dar ese paso. Y sabía que él no sabía que hacer, pues con Claudia ya había durado mucho, pero no estaba seguro de si algún día se harían pareja oficial o seguirían siendo "conquistas".
-Aquí me quedo- dijo Elena en cuanto llegamos a su escritorio.
-Sabes dónde encontrarme- respondí dándole un beso en la mejilla.
ESTÁS LEYENDO
Quédate Conmigo #1
RomanceElena Hells: Simple, humilde y de buen corazón. Alexander Ambrosetti: Mujeriego, millonario y orgulloso. Personas que sufrieron bastante en su pasado y la vida les dará una nueva oportunidad. Prometieron no volver a creer, crearon...