Capitulo 2 //¿ hijos ?

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Julieta  se mordía el labio inferior; parecía inquieta. Algo la preocupaba, sospechó Joel.
Habían crecido juntos en Charlestown, al norte de Boston, en el centro del distrito irlandés. El padre de Joel  había sido albañil, mientras Julieta  vivía con sus abuelos y su madre, que toda la vida había sido una pluriempleada.
Julieta  tenía dos años menos que Joel. Para él, ella había sido su primer amor. Bueno, en realidad solo había sido un capricho o eso quería creer , aunque hubiera durado demasiado tiempo. Además, ella jamás le habría correspondido. Ni siquiera lo sabía.
Que Joel supiera, Julieta  jamás había descubierto lo que él había sentido de adolescente. Y probablemente fuera lo mejor, porque Joel  apreciaba mucho su amistad.

— Algo te ronda la cabeza —afirmó él.

— Sí —asintió ella—, quería hablar contigo sobre una decisión que he tomado.

— ¿Conmigo?, ¿por qué conmigo?

— Porque tú eres mi amigo más antiguo, y probablemente me conoces mejor que nadie. Además, necesito una opinión sincera.

— Muy bien, ¿de qué se trata?

— Estoy pensando en tener un hijo.--dijo ella

Aquellas palabras rebotaron en el cerebro de Joel como si se tratara de una pelota. Sacudió la cabeza, tratando de darles sentido, pero fue inútil.

— No sabía que... que salieras con alguien —comentó Joel sin mirarla a los ojos.

— No salgo con nadie.--dijo ella

Gracias a Dios, pensó Joel, de inmediato, involuntariamente, sintiendo un inmenso alivio que achacó simplemente a un instinto de protección hacia ella. Le tenía un gran afecto. La había amado locamente e  inútilmente, durante años, y había sufrido una inmensidad cuando Julieta comenzó a salir con otro. Pero había sabido dominar su obsesión y casarse con una mujer maravillosa, Wendy.
Julieta  y ella se habían hecho amigas nada más conocerse. Wendy solía asistir a las comidas mensuales, en los viejos tiempos. Era natural que sintiera afecto por Julieta , formaba parte de su pasado.

— ¡Joel!, ¿te encuentras bien? — preguntó Julieta  al verlo callado—. No pretendía asustarte.

— Y si no sales con nadie, ¿cómo es que... piensas tener un hijo?--dijo él

— Para eso sirven los bancos de esperma.--

— ¿Los bancos de esperma? —repitió Joel incrédulo.

— Sí, guardan esperma congelado —explicó Julieta  ruborizándose, sin mirarlo a los ojos—. De hecho, me he hecho ya una serie de test de fertilidad, y me han recomendado vitaminas y alguna otra cosa. Se supone que soy una candidata perfecta para el embarazo. Lo único que tengo que hacer es elegir un donante e iniciar el procedimiento.

— ¿El procedimiento?--dijo Joel

— De inseminación artificial. He seleccionado ya algunos candidatos, pero quería conocer tu opinión —añadió Julieta  poniendo una carpeta encima de la mesa y alargándola hacia él.

— Dime que no estás hablando en serio -Julieta calló—. ¡Demonios! —exclamó Joel  pasándose la mano por los cabellos—. Hablas en serio, Julieta .

¿Por qué?, ¿por qué así?, ¿y por qué ahora, precisamente?, Se preguntaba él mentalmente

— Voy a cumplir veintidos años en noviembre, Joel—afirmó Julieta con calma—. Quiero tener familia..... hijos —se corrigió ella misma —. Quiero ser madre mientras sea joven aún, y tenga energía para criarlos y disfrutarlos.

Entre pensamientos , calladamente, surgió en ambos el recuerdo de la desgraciada y solitaria infancia de Julieta .
Joel  recordaba a sus sofocantes abuelos, siempre reprochando, incapaces de perdonar a su hija por haberse quedado embarazada estando soltera. Y, en cuanto a la madre de Julieta ... Bueno, lo mejor que había comentado la madre de Joel ,que nunca había hablado mal de nadie, acerca de la madre de Julieta era que «no habría estado de más que mostrara un poco de cariño por su hija Julieta »

[[ UN HIJO TUYO]]JOEL PIMENTEL //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora