Era imposible. Debía de haber oído mal. Sin embargo Julieta sabía que había oído bien. Su voz mostró toda su agitación y nerviosismo, al responder:
- ¡No! Joel, eso no es lo que quiero... es decir, tú tampoco quieres casarte conmigo realmente. Cuando me llamaste, pensé que... pensé...--dijo ella
- ¿Qué pensaste? -preguntó él con sencillez, con calma, mirando su taza.
- Bueno, pensé que ibas a ofrecerme... - Julieta se ruborizó-... ser el donante.
- ¿Pensaste qué? -volvió a preguntar Joel con la boca abierta igual que ella instantes antes.
- Estuve todo el día pensando en lo que me dijiste -se apresuró Julieta en contestar-. Tenías razón sobre el riesgo que supone aceptar a un donante desconocido, por eso decidí que debía pedírselo a un amigo. Hice una lista de amigos solteros...
- ¿Y mi nombre aparecía en esa lista? -preguntó él incrédulo, con evidente desagrado.
- Pues... sí -contestó Julieta desviando la vista-. Te conozco de toda la vida, conozco a tu familia. Eres el candidato más lógico -añadió encogiéndose de hombros y comprendiendo, por el gesto de Joel, que iba a negarse-. ¡Por favor, Joel! Estoy completamente decidida. Significaría mucho para mí.
-No, Julieta -sacudió Joel la cabeza.
- ¿Pero por qué? -continuó ella rogando.
- No sería... no me sentiría cómodo, sabiendo que tengo un hijo en alguna parte al que no voy a criar y que ni siquiera sabe que soy su padre -explicó Joel, rotundamente decidido-. No soportaría la idea de no ser parte de su vida.
- Esa es exactamente la reacción que esperaba de mis amigos, pero no la esperaba de ti.--dijo ella
- Yo tampoco esperaba que tú me pidieras eso -confesó Joel bajando la cabeza-. No puedo hacerlo, Julieta. Legalmente no sería mi hijo, pero me sentiría unido a él, responsable de su vida. Querría abrazarlo, jugar con él, verlo crecer y ser parte de su vida. Ni siquiera puedo imaginar la idea de tener un hijo y no ser su padre. Quiero tener hijos propios, quiero darles una vida y unos recuerdos tan maravillosos como los que me dieron mis padres a mí -explicó extendiendo las manos.
Julieta estaba atónita ante la pasión que demostraba Joel. Y se le hizo un nudo en el estómago, recordando a aquellas dos personas que habían criado y hecho feliz a Joel y a su hermano, abriendo sus corazones e incluyéndola a ella en esa familia .
- No sabía siquiera que quisieras tener hijos -afirmó Julieta -. Estuviste casado con Wendy durante dos años , y no...
- Wendy no podía tener hijos -confesó Joel con dureza y brusquedad, poniéndose en pie y dirigiéndose a la ventana-. Queríamos tenerlos. Lo deseábamos de verdad. Lo intentamos durante un año , y luego pasamos otro más tratando de averiguar la causa. Probamos la fertilización invitro dos veces, pero sin suerte. Y luego Wendy murió.
- Lamento mucho haber sacado a relucir un tema tan doloroso para ti. De haberlo sabido, jamás habría...
- Bueno, no era algo que nos gustara compartir con todo el mundo -la interrumpió Joel.
Julieta se sintió dolida por aquella respuesta. Ella no era "todo el mundo". Era su mejor amiga.
Según parecía, sin embargo, aquel lazo no significaba para él lo mismo que para ella. Las lágrimas se agolparon en sus ojos, pero Julieta respiró hondo tratando de calmarse. Joel, aún de pie junto a la ventana, se dio la vuelta y la miró.Julieta bajó la vista. Entonces él se acercó y se sentó a su lado.
- Julieta, no quiero discutir contigo. Tú significas mucho para mí.--dijo él dándose cuenta de lo que había dicho
- Tú también significas mucho para mí -afirmó ella con voz rota, volviéndose hacia él y echándose a sus brazos, que Joel abría para recibirla.
ESTÁS LEYENDO
[[ UN HIJO TUYO]]JOEL PIMENTEL //
De TodoSi alguien le hubiera dicho a Joel Pimentel que acabaría casándose con Julieta ,su mejor amiga y la mujer de sus sueños más secretos y que estarían esperando gemelos,jamás lo habría creído. Pero ni siquiera en sus sueños más salvajes se le habría...