Más que Amor (suerte # 7.5)

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Cap (5/6)

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—¿Por qué? —preguntó Randy —¿Por qué no me lo dijiste antes?

Creyó que cuando Frank se sentara frente a él, no tendría el valor de hecerle ninguna pregunta, pero bastó verlo para que Randy quisiera saber todo. Quizá era por la sombra de nerviosísmo y arrepentimiento que cubrían las facciones del hombre o quizá era por la manera en que lo había observado desde que puso un pie en la sala, como si quisiera alcanzarlo, abrazarlo y nunca soltarlo.

También creyó que al verlo de nuevo, toda esa sensación de confianza que sentía por el mayor, desaparecería. Pues no fue así...Frank seguía siendo Frank. Randy quería saber que significaba eso.

Frank tomó una respiración profunda dando a entender que aquello no sería fácil para ninguno de los dos. Era una suerte que Andy y Lorell estuvieran a su lado, porque el rubio sabía que iba a necesitarlos cuando aquella plática llegara a su fin.

—Supongo que no tiene sentido buscar una forma sencilla de como todo esto sucedió — los ojos avellanados de Frank parecían demasiado tristes— así que debo contarte todo, desde el principio.

—Está bien, te escuchó —apretó la mano de los chicos a sus lados solo para sentirse un poco más seguro.

—Verás, me mude de Oregon cuando tenía dieciocho. Mi situación familiar no era demasiado fácil y en casa eramos demasiados. El dinero escaseaba y a mis hermanos y a mi nos tocó buscar la manera de sostenernos economicamente desde muy chicos. No ayudaba que papá gustara de gastarse el dinero en bebidas y apuestas. Ninguno de mis hermanos fue a la universidad, así que yo tampoco tendría esa oportunidad a menos que me esforzara más de la cuenta— Frank sonrio con amargura— jugaba futbol en la escuela, así que me las  arregle para conseguir una beca deportiva en la universidad de Denver.

—¿Jugabas futbol?— preguntó el rubio con sorpresa a lo que Frank asintió —¿en qué posición?

—Receptor.

—Wow...continua, por favor.

—Me fue bien durante un año entero, creí que mi vida iba a cambiar a lo grande. Lo que más quería era volverme profesional y con eso poder ayudar economicamente a mi familia. Entonces mamá enfermo, cáncer estomacal. Ella lo había sabido por un tiempo y no dijo nada...el cáncer hizo mestástasis y el doctor dijo que necesitaba entrar en tratamiento cuanto antes. La familia no contaba con ninguna clase de seguro, así que todos debiamos contribuir al tratamiento y no me quedó más que dejar la univerisad y hacerme de tantos empleos como me fue posible. De mesero, repartidor, mensajero...lo que fuera que diera dinero. Incluso trabajaba por las noches en un club aparcando coches.

»Parecía que nada era suficiente y era aun más difícil estando lejos de casa, conformandome con llamadas regulares para ver como estaba mi madre. A veces pensaba volver a Oregon, después de todo podía conseguir trabajo ahí, sin embargo me quedé porque de algún modo eso me hacía sentir menos colapasado. Entonces uno de mis amigos me habló sobre un trabajo que tenía una buena paga, además de que contaba con hospedaje. Pero claro, había un pero para ese trabajo... el empleador era un dolor en el trasero, por eso es que el puesto volvía a estar vacante cada pocos meses. Mi amigo no quería tomar el trabajo porque iba a la universidad los fines de semana y el empleo era tiempo completo.

—¿El empleo era con el abuelo? — sabía que la respuesta era si, pero no podía evitar preguntar.

—Lo era. Fuí al día siguiente esperando que mis diecinueve amos no fueran un impedimento para conseguir el trabajo. El puesto era como un tipo de concerje para la familia Fleur. En aquel entonces vivian en Denver, la casa era incluso más grande por lo que necesitaban más personal del que tu abuelo tiene ahora. El trabajo no era demasiado pesado y la paga era tan buena que no me importó el hecho de que mi jefe, Grant Fleur, era un pretencioso idiota.