❛Vacaciones karmaladienses ❜||𝑴𝑰𝑵𝑬𝑪𝑹𝑨𝑭𝑻||𝑪𝑨𝑵𝑪𝑬𝑳𝑨𝑫𝑨

{21} Fallo del ritual.

Elyas: ¿Alguien ha encontrado algo interesantes?

Frank: Solo puros libros de cuentos, nada más interesante.

Alex: Lo mismo por aquí.

Lexosi: Debería haber algún libro que mostrase a los Dioses de los pueblos y ciudades del mundo. Arsilex, ¿cuando fue la última vez que se tiraron libros?

Arsilex: No lo suelen hacer muy seguido, más bien es cuando no hay espacio para los nuevos en ningún sitio. La última vez que miré los registros, ponían que fue hace unos dos años más o menos.

Alex: Justo después de que Frank se fuera.— Hubo un pequeño silencio más bien pensativo.

Elyas: Pero es muy extraño que no haya ningún libro que muestre información de Dioses, solo cuentos y poco más.— Dijo, mientras movía su vista por toda la librería.

Lexosi: ¿Y si no estamos buscando en el lugar adecuado? La pregunta llamó bastante a todos los presentes, sin saber a donde quería llegar el tomate.— Piénsenlo un segundo, ¿que mejor sitio para tener cosas de Dioses que la iglesia?

Arsilex: ¡Claro! Bien hecho, Lexosi.

Lexosi: Es que sin mi estarían más perdidos...— Dijo con un mínimo tono de burla.

Frank: Sip, lo estaríamos, y no perdamos más tiempo, una iglesia nos espera para ser revisada por completo.— Tras eso, Frank, seguido del resto, tomaron rumbo a su destino, con intención de salir con información si o si.

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Rubius: Bueno, Willy, creo que ya todos los presentes sabemos para qué nos querías.— Los cuatro chicos se encontraban en uno de los callejones del pueblo, que para su sorpresa, se podía estar perfectamente allí, sin nadie que los escuchase o molestase.

Willy: Eso estaba más que claro. A partir de ahora, esta será nuestra zona de reuniones, no podemos conseguir mucho más, no tenemos propiedades por aquí. Y gracias a Fargan que conseguimos este lugar.- El chico búho le sonrió, siendo correspondido por el peli-plata.

Mangel: ¿Y para qué era necesaria una reunión ahora?― Preguntó un dudoso mangel, pensando que podían utilizar ese tiempo para ayudar a los demás.

Willy: Buena pregunta mi querido Mangel. ¿Te acuerdas de la penúltima reunión que tuvimos antes de venir para acá?

Rubius: Como para no acordarnos, me lo pasé muy bien ese día, y mis experiencias como cura dieron frutos por una vez en toda la historia de la Hermandad Oscura.

Fargan: Si, pero aun así te leíste unos libros para hacerlo.― Aclaró Fargan, para luego regalarel una sonrisa.

Rubius: Cállate.― Bufó.― ¿No te das cuenta que soy el mejor cura de todo Minecraft?― Los demás solo rieron tras el comportamiento de su compañero.

"Flashback"

"Hace unas semanas, en la reunión número 13 de la Hermandad Oscura"

Todo ya estaba planeado, solo hacía falta terminar de montarlo. Mientras Magel iba a por las velas, Fargan iba a por una oveja y Willy se encargaba de encontrar unas tizas de colores y marcar los trazados, el cura del pueblo de Karmaland repasaba tranquilamente los pasos a seguir para hacer ese ritual que les otorgaría más poder, al igual que algo de pólvora y una posible alianza, y para eso necesitaban un sacrificio, el sacrificio de la oveja traída por Fargan.

Rubius: Vale, entonces tengo que decir estas palabras, hacer unos movimientos con las manos y luego le caerá un rayo a la oveja, y luego aparecerán las cosas. No debe ser complica.— Dijo, mientras dejaba a un lado de la mesa en donde este se encontraba el libro de rituales, llevándose una pequeña nota donde ponían las palabras necesarias.

Salió tranquilamente de la pequeña sala de la cueva de la hermandad oscura, yendo hacia la sala común de el escondite, con la intención de reunirse con sus otros hermanos para dar inicio a la ceremonia.

Rubius: Veo que ya tienen esto más o menos hecho.— Dijo, observando los círculos hechos por tizas en el suelo de la sala, perfectamente simétricos y con la forma que le había indicado a Willy, todos los símbolos rodeados por un círculo de velas. Se acercó hasta el altar, dejando la nota encima de este."Ahora solo nos falta nuestro sacrificio." Pensó. "Y hablando del sacrificio de Roma." A lo lejos, se veía como Fargan intentaba bajar las escaleras con una oveja gris claro, pero esta se resistía un poco a continuar el camino. "Si incluso parece saber cual es su destino." Sonrió, para luego acercarse y ayudar a su hermano.— Será mejor que la amarremos a la valla, si no se nos escapará.— Fargan solo asintió para luego atarla a donde le habían dicho. Después de eso, el cura se dirigió al altar dispuesto a empezar con la ceremonia, mientras el resto se quedaban quietos alrededor del círculo de velas.— Hermanos Oscuros, estamos aquí hoy para contemplar nuestro primer ritual. Una vida se nos irá.— Dijo mirando a la oveja.— Pero esta será recompensada por los Dioses, sin nada más que decir, que empiecen las palabras.— Carraspeó un poco, para dar comienzo al pequeño discurso.— Deorum profundis, acepten esta ofrenda en son de paz, solo queremos ayudarles a gobernar este pueblo, con nuestra ayuda, será más sencillos. La pólvora de los Dioses solo ayudará al reinado. Una vida será arrebatada el día de hoy.— Dijo mirando a la oveja.— Pero servirá para mucho. Accipere nostra devotio.— Gritó.

—Accipere nostra devotio.— Después de que los demás únicamente repitieran esas palabras, unos rayos empezaron a caer, tal cual lo predijo Rubius. La oveja desapareció tras una capa de humo que se formó en el cuarto, y cuando ya todo se podía ver mejor, observaron en el centro del círculo los materiales que habían pedido, la pólvora en unos sacos que al parecer eran unos normales de tela. Todo iba bien, hasta que la voz temblorosa de Mangel llamó la atención de los demás.

Mangel: Chicos...— Los demás se acercaron hasta su miembro más nuevo, y vieron lo que traía la atención del chico de gafas. Unas letras en rojo ponían en la pared: "No juguéis con nosotros o serán sometidos a las consecuencias."

"Fin del flashback"

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Y estamos nuevamente de regreso por aquí con un nuevo capítulo. No creo que los Dioses del ritual se hayan tomado bien la ofrenda de la Hermandad, pero por ahora sabemos esto. Cuídense mucho en estos momentos y sean felices.